Tegucigalpa, Honduras.- La Iglesia Evangélica se prepara para una batalla legal contra el gobierno de Honduras tras la derogación de acuerdos migratorios que afectaban la llegada de pastores y sacerdotes al país. Mario Banegas, presidente de la Asociación de Pastores de Tegucigalpa, anunció la acción legal que se emprenderá debido a esta decisión gubernamental.
El gobierno, liderado por la presidenta Xiomara Zelaya, anuló los acuerdos que facilitaban la entrada de líderes religiosos de diversas denominaciones cristianas. Este cambio afecta notablemente a la Iglesia Católica, la Confraternidad Evangélica de Honduras, la Iglesia de Jesucristo de los Últimos Días* (Mormones), y la Misión Adventista.
El Acuerdo 158-2024, aprobado el 21 de febrero y publicado el 30 de mayo de 2024 en La Gaceta, marca el inicio de una serie de controversias legales. Los líderes evangélicos, encabezados por Banegas, han formado un equipo de abogados para enfrentar esta situación. «La unidad de la iglesia es más fuerte que nunca y estamos preparados para defender al pueblo hondureño«, declaró Banegas.
Banegas también señaló que la presidenta Castro está siendo mal asesorada y que esta acción representa una advertencia para la Iglesia Cristiana en general. La confrontación legal es solo el primer paso, ya que la iglesia confía en sus pastores abogados para llevar el caso a buen término.
El ministro de Gobernación, Tomás Vaquero, intentó calmar la situación pidiendo a las iglesias y fieles que no se alarmen. Vaquero prometió que habrá un nuevo acuerdo con las instituciones religiosas, asegurando que no habrá exclusiones.
La situación plantea un desafío significativo tanto para la Iglesia Evangélica como para el gobierno, y se espera que este conflicto tenga repercusiones importantes en la sociedad hondureña. La unidad y firmeza de los líderes religiosos serán cruciales en los días venideros, mientras que el gobierno deberá encontrar una solución que satisfaga a todas las partes involucradas. Redacción Martha C.C.