Tegucigalpa, Honduras.- Honduras enfrenta una grave crisis sanitaria, con cinco muertes recientes atribuidas al dengue en las ciudades de San Pedro Sula, Catacamas y El Porvenir. Esta situación pone en evidencia la creciente amenaza que representa esta enfermedad en el país, donde el número de casos continúa en aumento.

En la ciudad de San Pedro Sula, el hospital Mario Catarino Rivas se ha convertido en el epicentro de esta tragedia, con el reporte de dos muertes recientes. Entre las víctimas se encuentra una joven identificada como Karol Yaneth Guillen, originaria de Pinalejo, San Nicolás, Santa Bárbara. Junto a ella, una menor de cinco meses también perdió la vida, lo que ha causado una profunda consternación en la comunidad.

El hospital, abarrotado de pacientes con dengue, lucha por brindar atención médica a los afectados, pero la situación parece desbordar la capacidad del centro asistencial. Este panorama sombrío se replica en otras partes del país, donde el dengue sigue cobrándose vidas y saturando los servicios de salud.

En Catacamas, Olancho, la situación no es diferente. El hospital Hermano Pedro reportó la muerte de otra persona debido al dengue, sumando otra víctima más a la creciente lista de fallecidos en el país. Esta muerte ha generado preocupación entre los habitantes de la región, quienes temen que la situación empeore en los próximos días.

La tragedia también golpeó a El Porvenir, Francisco Morazán, donde dos menores fallecieron a causa del dengue. Kevin Cruz, de 5 años, y Leah Rodríguez, de 2 años, son los nombres de las pequeñas víctimas, cuyas muertes han devastado a sus familias y a la comunidad en general. Esta pérdida subraya la vulnerabilidad de los niños ante esta enfermedad, que se ha convertido en una amenaza silenciosa pero letal.

Honduras registra más de un centenar de muertes por dengue a nivel nacional, una cifra que no deja de crecer. Además, se reportan 79 mil casos de dengue en lo que va del 2024, un dato alarmante que evidencia la magnitud de esta crisis sanitaria. Las autoridades y la población en general deben redoblar esfuerzos para frenar el avance de esta enfermedad y evitar más pérdidas humanas. Redacción Ruth Corrales R.

¡DIOS BENDIGA A HONDURAS!