Tegucigalpa, Honduras.- Kioko Nishi llegó a Honduras como voluntaria en 2019, parte de un programa de la Cooperación Internacional del Japón (JICA). Aunque la pandemia de Covid-19 la obligó a regresar a su país, en 2023, con un espíritu inquebrantable, retornó a Honduras. Su misión: enseñar inglés en la comunidad de El Paraíso.
Con su calidad humana y dedicación, Kioko rápidamente se ganó el cariño y respeto de los habitantes locales. Su esfuerzo por compartir conocimientos y mejorar las oportunidades educativas dejó una huella imborrable en la comunidad. Sin embargo, el destino le jugó una trágica pasada.
En los últimos días, Kioko comenzó a mostrar síntomas de lo que parecía ser dengue grave, una enfermedad que ha causado alarma en Honduras este año. A pesar de los esfuerzos médicos, fue trasladada a un centro asistencial privado en Tegucigalpa, donde, lamentablemente, su vida se apagó la noche del jueves.
Este fallecimiento se suma a una cifra alarmante de 115 muertes por sospechas de dengue en todo el país, según informes de las autoridades de salud. La pérdida de Kioko ha dejado un profundo dolor en El Paraíso, donde será recordada por su espíritu generoso y compromiso con el bienestar de los demás.
El legado de Kioko Nishi perdurará en la comunidad que la acogió con los brazos abiertos, pero su muerte subraya la necesidad urgente de intensificar los esfuerzos de prevención y control del dengue en Honduras. Redacción Ruth Corrales R.