La trata de personas y la violencia sexual son problemas alarmantes que persisten en el Caribe hondureño. Nancy Zúniga, oficial de protección a la niñez del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), señala la falta de respuestas contundentes por parte del Estado para enfrentar esta problemática. “No hay respuesta estatal tan contundente”, lamentó, evidenciando una crisis que afecta gravemente a los más vulnerables.
Desde hace más de un año, UNICEF trabaja en colaboración con el Fondo de Consolidación de Paz en un programa dirigido a mitigar la violencia en esta región. Zúniga destaca que este esfuerzo se centra especialmente en los territorios afrohondureños, donde la violencia toma formas más críticas y complejas. “Estamos desarrollando un programa muy específico para la atención y mitigación de la violencia en la zona Caribe del país”, explica, resaltando la necesidad de acciones más efectivas.
Lo que distingue a esta zona del Caribe, según Zúniga, es la concentración de violencia en zonas turísticas, que se convierten en focos de trata y explotación sexual. “No vemos programas que lleguen del gobierno de forma contundente a reducir estas formas de violencia”, afirma, lo que refleja un vacío en la atención estatal hacia un problema que solo parece agravarse con el tiempo.
UNICEF pone un fuerte énfasis en la protección de los menores de edad en esta región, donde las actividades delictivas han cooptado a muchos niños y niñas. Zúniga advierte que “las niñas están siendo captadas para el tema de trata”, y que esta tendencia va en aumento. La falta de intervención efectiva permite que cada vez más menores sean víctimas de estas redes delictivas.
A medida que se incrementa la explotación y el consumo en estas áreas, el llamado de UNICEF se vuelve aún más urgente. “En dicha región no hay respuesta estatal tan contundente”, reitera Zúniga, haciendo un llamado a las autoridades para que tomen medidas inmediatas y eficaces. La situación exige una respuesta integral que priorice la protección de la infancia y la erradicación de la violencia en todos sus niveles.
La intervención del Estado es crucial para revertir esta situación y garantizar un futuro seguro para las niñas y niños del Caribe hondureño. UNICEF sigue comprometido con su labor, pero la colaboración estatal es indispensable para implementar programas que verdaderamente marquen la diferencia en la vida de quienes más lo necesitan. Redacción Martha C.C.