La Fuerza Aérea de Corea del Sur activó este viernes despegues de emergencia de sus cazas de combate ante las incursiones no notificadas de once aviones militares de China y Rusia en su zona de identificación de defensa aérea (ADIZ).
Entre las 9:35 y las 13:53 (hora local), cinco aeronaves chinas y seis rusas entraron y salieron secuencialmente de las zonas de defensa aérea surcoreanas en el mar del Este (mar de Japón) y el mar del Sur (estrecho de Corea), según informó el Ministerio de Defensa Nacional.
Aunque no se produjeron violaciones del espacio aéreo surcoreano, estas acciones no fueron notificadas previamente, como exigen las normas internacionales para evitar choques o riesgos a la seguridad nacional.
Las incursiones aéreas en la ADIZ surcoreana y los ejercicios conjuntos en el mar de Japón aumentan la preocupación por la estabilidad en el noreste asiático. Las zonas de identificación de defensa aérea son espacios clave para la seguridad nacional de los países, ya que permiten identificar y controlar el acceso de aeronaves militares extranjeras.
Al ignorar los procedimientos de notificación, China y Rusia no solo generan tensiones diplomáticas, sino que también incrementan el riesgo de incidentes militares no deseados en una región ya marcada por disputas territoriales.
Las intrusiones coincidieron con una patrulla aérea estratégica conjunta realizada por las Fuerzas Armadas de China y Rusia en el mar de Japón, un ejercicio que el Ministerio de Defensa chino describió como parte de un “plan de cooperación anual” entre ambos países, sin ofrecer mayores detalles.
Esta acción conjunta evidencia la creciente alianza militar entre Beijing y Moscú, lo que incrementa las tensiones en la región y preocupa a Occidente por las implicaciones de esta coordinación estratégica en medio de un contexto global marcado por la rivalidad geopolítica.
Las maniobras conjuntas entre China y Rusia no son hechos aislados, sino parte de un patrón creciente de cooperación militar entre ambos regímenes. En septiembre, ambas naciones llevaron a cabo ejercicios navales en el mismo mar de Japón, mientras que en julio realizaron una patrulla aérea conjunta con bombarderos estratégicos cerca del estado de Alaska, en el Pacífico Norte y el Ártico.
La alianza militar entre China y Rusia no solo incluye ejercicios conjuntos, sino también un refuerzo de su retórica contra Occidente. Desde el inicio de la guerra en Ucrania, el régimen de Beijing ha sido acusado de respaldar con armas a Rusia, algo que el gobierno chino ha negado reiteradamente. Sin embargo, los analistas interpretan estas maniobras como un mensaje de desafío a las potencias occidentales, particularmente en un momento en el que las tensiones geopolíticas están en su punto más alto.
Cooperación entre Seúl y Kiev
Ucrania y Corea del Sur acordaron compartir información sobre el despliegue de tropas norcoreanas en Rusia, según un comunicado emitido el miércoles por la presidencia surcoreana con motivo de la visita del ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov.
El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, recibió a la delegación ucraniana liderada por Umerov y expresó su “esperanza de que ambos países trabajen juntos” frente a las “amenazas de seguridad” derivadas de la cooperación militar entre Moscú y Pyongyang, según el comunicado.
Ambos países acordaron “seguir compartiendo información sobre el despliegue de tropas norcoreanas en Rusia, así como sobre la transferencia de armas y tecnologías entre Rusia y Corea del Norte”, añadió la presidencia surcoreana.
La delegación ucraniana también busca convencer a Corea del Sur de enviar armamento a Kiev para apoyar al país en su lucha contra la invasión rusa, que está a punto de cumplir tres años.
En octubre el presidente ucraniano Volodimir Zelensky mencionó en una entrevista con una cadena surcoreana que Ucrania entregaría a Corea del Sur una lista “detallada” de armamento necesario, que incluiría artillería y sistemas de defensa aérea.
Con información de EFE y AFP