La Base de Palmerola se ha establecido como un pilar fundamental en la lucha contra el narcotráfico, no solo en Honduras, sino en toda Centroamérica. Desde su inauguración, esta instalación militar ha jugado un papel crucial en la vigilancia y el control de las actividades ilícitas que afectan al país. Sin embargo, la reciente declaración de Jorge Cálix, candidato presidencial por el Partido Liberal, ha puesto sobre la mesa una preocupante lectura sobre el futuro de esta base. Según Cálix, la familia que maneja los intereses políticos y económicos en Honduras estaría buscando retirar la base de Palmerola debido a que afecta directamente a los negocios ilegales de las estructuras de poder que se benefician de actividades criminales como el narcotráfico.
Cálix destacó que la presencia de Palmerola ha sido un obstáculo para estos sectores debido a su impacto en la extradición de hondureños a Estados Unidos, un proceso que ha afectado de manera significativa los intereses de quienes operan en las sombras de la economía nacional. En este sentido, el candidato liberal subrayó que, aunque esta decisión debe pasar por el Congreso Nacional, la influencia de los grandes intereses empresariales y familiares en la política hondureña podría determinar su futuro. «Si la base se retira, lo que realmente estamos haciendo es ceder ante los intereses que han sido parte del problema del narcotráfico«, comentó Cálix.
La lucha contra la corrupción y el narcotráfico no es solo una batalla interna, sino también una lucha contra las fuerzas externas que impulsan políticas que no siempre benefician a los hondureños. Cálix instó al gobierno a centrar sus esfuerzos en la diplomacia y el fortalecimiento de las relaciones internacionales, particularmente con Estados Unidos, pero sin caer en confrontaciones que solo debilitan la posición del país. En su lugar, propuso que el Ejecutivo y el Congreso deberían trabajar de manera conjunta para expandir el Estatus de Protección Temporal (TPS) para los hondureños en el extranjero, especialmente aquellos en Estados Unidos. Esto, a su juicio, no solo protegería a los migrantes, sino que también podría convertirse en una herramienta para atraer nuevas inversiones y generar empleo dentro de Honduras.
En un país donde la migración forzada es uno de los fenómenos más trágicos, Cálix enfatizó la necesidad urgente de crear oportunidades dentro del territorio nacional. Esto permitiría a los hondureños ver un futuro más prometedor en su propio país, reduciendo así el flujo migratorio hacia el norte. «Es crucial que el gobierno deje de poner la mira en intereses personales y se enfoque en el bienestar de la ciudadanía», expresó Cálix, haciendo un llamado a la acción para los líderes políticos, independientemente de su color partidario.
Para el 2025, año electoral en Honduras, las decisiones que tomarán los candidatos presidenciales serán determinantes para el rumbo del país. Las propuestas de Cálix se centran en fortalecer la soberanía nacional, recuperar el control de la economía y mejorar las condiciones de vida de la población. De acuerdo con su visión, es esencial que el gobierno trabaje en la reducción de la desigualdad y en la creación de un entorno favorable para que los jóvenes no vean como única salida el emigrante. En este sentido, el candidato dejó claro que la base de Palmerola representa un símbolo del poder de Estados Unidos en la región, pero también una herramienta clave para mantener la seguridad y la soberanía del país .
Finalmente, Cálix advirtió que el Congreso Nacional será el escenario donde se decidirá si el gobierno de Iris Xiomara Castro Sarmiento puede tomar decisiones que beneficien a la ciudadanía o si prevalecerán los intereses de una élite que solo busca perpetuar sus propios beneficios. «Este es el momento de demostrar si realmente estamos comprometidos con un Honduras libre de corrupción y crimen organizado», concluyó el presidenciable, dejando claro que en este 2025. Redacción Bruce Villatoro CEO HonduPrensa.Com