Tegucigalpa, Honduras.- El Instituto Nacional de Migración (INM) de Honduras, bajo la dirección de Wilson Paz, ha iniciado una serie de gestiones diplomáticas clave con representantes republicanos en Estados Unidos para enfrentar los desafíos derivados de las políticas migratorias vigentes. Según el director del INM, estas acciones son esenciales para mitigar los efectos negativos de las reformas migratorias y fortalecer los lazos bilaterales en temas de migración.

En entrevista reciente, Wilson Paz reiteró que uno de los pilares de la estrategia hondureña es continuar con el diálogo constante con autoridades estadounidenses. El funcionario explicó que, para lograr avances significativos, es necesario adaptarse al cronograma definido por el gobierno de Estados Unidos. A su vez, subrayó que estas gestiones son clave para proteger los derechos de los migrantes hondureños y garantizar su bienestar en todo el proceso migratorio.

El trabajo del Gobierno hondureño es fundamental para preparar el terreno, garantizar la protección de nuestros connacionales y ofrecerles asistencia legal y consular,” indicó Paz. En este contexto, destacó las medidas adoptadas en áreas como la documentación migratoria, el asesoramiento legal, y la implementación de estrategias de protección en cooperación con la red consular de Honduras, que incluye consulados en Guatemala, México y Estados Unidos. Estos servicios están diseñados para brindar apoyo a los hondureños que viven fuera del país y que enfrentan situaciones difíciles relacionadas con su estatus migratorio.

De igual manera, el director del INM mencionó la creación del Consejo de Gobernanza Migratoria en agosto de 2024, un organismo que coordina esfuerzos entre nueve instituciones estatales para abordar la movilidad humana y mejorar la protección de los migrantes. Esta estrategia se enfoca especialmente en visibilizar las condiciones de vulnerabilidad que enfrentan los hondureños en el exterior, ayudando a implementar medidas de protección efectiva.

Uno de los acuerdos clave en esta área es el acuerdo migratorio entre Honduras y Estados Unidos, firmado en 2015, que establece hasta 12 vuelos semanales de deportados. Sin embargo, según Paz, actualmente solo se realizan entre seis y ocho vuelos a la semana. A pesar de esta disminución, el director destacó la colaboración de Honduras en garantizar que los connacionales deportados reciban el apoyo necesario, a través de programas de integración social y atención a deportados.

Los consulados hondureños desempeñan un papel crucial en la protección de los deportados, asegurando que lleguen al país y reciban la asistencia correspondiente, sin interferir con los procedimientos establecidos,” afirmó Paz. Esta labor demuestra el compromiso del país en mantener los derechos humanos y proporcionar apoyo a aquellos que regresan de manera forzada a su tierra natal.

El director del INM también reflexionó sobre los retos que enfrentan los migrantes hondureños bajo la nueva administración estadounidense, reconociendo las dificultades asociadas con las políticas más restrictivas. En este sentido, hizo un llamado a los hondureños en Estados Unidos para que mantengan un comportamiento responsable, evitando situaciones que puedan resultar en procesos de deportación. La cooperación y el cumplimiento de las normativas son cruciales para reducir el riesgo de deportaciones y proteger los derechos de los migrantes.

Finalmente, el INM continúa trabajando de manera estrecha con sus consulados y diversas instituciones para mejorar la calidad de vida de los migrantes hondureños, tanto dentro como fuera del país, en un esfuerzo por reducir la cantidad de deportaciones y mejorar las condiciones de los connacionales que enfrentan la realidad migratoria en el exterior. Redacción Martha C.C.

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