Tegucigalpa, Honduras – El ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, expresó este lunes su preocupación ante la posible eliminación del estado de excepción, una de las pocas medidas de apoyo que ha recibido el gobierno del Congreso Nacional. Durante una rueda de prensa, Sánchez destacó que, a pesar de la efectividad de esta medida en la lucha contra la violencia, algunos sectores están buscando su revocación.
El estado de excepción, que se instauró en Honduras en diciembre de 2022, ha sido prorrogado en 18 ocasiones, aunque muchas de estas extensiones no han sido ratificadas por el Parlamento hondureño. Sánchez subrayó la importancia de mantener esta herramienta, que ha demostrado ser clave en la reducción de los índices de criminalidad. «Lo único que nos han ayudado es el estado de excepción y es lo que nos quieren quitar», afirmó.
Según el ministro, el 2024 fue el año con menos homicidios en las últimas dos décadas, gracias a los esfuerzos del gobierno y las fuerzas de seguridad. Además, se han logrado importantes capturas con fines de extradición, miles de armas decomisadas y toneladas de cocaína incautadas a organizaciones criminales. “La seguridad de la población está mejorando, pero necesitamos más herramientas para seguir combatiendo la delincuencia”, recalcó.
Sánchez también habló sobre las reformas planteadas en el Consejo de Defensa y Seguridad, que incluyen medidas como la calificación de maras y pandillas como grupos terroristas. Además, destacó la necesidad urgente de adoptar tecnologías biométricas, como chips y dispositivos móviles, para combatir la extorsión y mejorar la seguridad en el país.
El ministro de seguridad resaltó que, aunque los índices de violencia han disminuido en varias regiones, como el departamento de Colón, la situación sigue siendo compleja debido a los conflictos de tierras y la violencia relacionada con el narcotráfico. “Colón ha visto una disminución del 52% en los homicidios, pero aún tenemos retos importantes que enfrentar”, afirmó.
En relación con los esfuerzos de seguridad en Colón, Sánchez indicó que se ha desplegado un fuerte contingente de más de 300 policías y vehículos tácticos, además de implementar tecnología avanzada para garantizar el orden en la zona.
Finalmente, el ministro respondió a las preguntas sobre el retiro de seguridad a altos funcionarios del Estado. Señaló que la asignación de esquemas de seguridad se realiza tras un exhaustivo análisis de riesgos y que, en caso de ser necesario, se otorgan sin ningún problema. «La seguridad de nuestros funcionarios es una prioridad, pero debe basarse en una evaluación precisa de los riesgos», concluyó.
En resumen, el ministro Gustavo Sánchez reafirmó su postura sobre la importancia del estado de excepción en la lucha contra la criminalidad, a pesar de las dificultades políticas que enfrenta para su continuidad. La situación de seguridad en Honduras sigue siendo una de las principales preocupaciones de la población, y el gobierno se mantiene firme en su estrategia para combatir la delincuencia organizada y la violencia. Redacción Martha C.C.