Tegucigalpa, Honduras.-  El conflicto en el Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP) continúa siendo un tema de creciente preocupación, ya que la toma de las instalaciones por parte de empleados se adentra en su segunda semana sin señales claras de solución. La disputa se intensifica cada vez más entre dos grupos antagónicos: los sindicalistas y las autoridades del INFOP, además de los trabajadores por contrato que se han sumado a las protestas. Esta crisis ha alcanzado niveles elevados de tensión, generando un ambiente de incertidumbre dentro de la institución.

El presidente del Sindicato de Trabajadores del INFOP (SITRAINFOP), Esteban Díaz, expresó su alarma ante los hechos violentos que se han registrado en los últimos días. Según Díaz, algunos de los trabajadores que se sumaron a la toma han sufrido agresiones físicas y han sido amenazados con despidos por su participación. «Hemos sido golpeados hasta físicamente. Hay trabajadores que apoyan la toma, pero tienen temor porque los han amenazado con despedirlos», declaró Díaz, destacando la creciente hostilidad hacia quienes se oponen a la postura oficial. Además, el sindicalista acusó a las autoridades de actuar con soberbia y de no respetar los procesos institucionales que deberían regir la resolución de este tipo de conflictos.

Por otro lado, Carlos Suazo, director del INFOP, defendió las acciones tomadas por la institución y criticó fuertemente la actitud de los empleados en huelga. «Nosotros lo que estamos haciendo es aplicar la ley. Hay personas irresponsables que abren y cierran los portones como si esto fuera un chiquero», comentó Suazo, haciendo referencia al desorden que según él se ha generado debido a la toma de las instalaciones. Suazo también destacó que muchos de los trabajadores involucrados han abandonado sus labores durante más de ocho días, lo cual, según él, representa una violación directa de la ley laboral.

El director del INFOP no dudó en advertir que los empleados en huelga han sido citados a audiencias de descargo y que aquellos que no asistan se enfrentan a sanciones disciplinarias. «Son dirigentes irresponsables que arrastran a sus compañeros. Tienen que aceptar que se han equivocado y asistir a las audiencias este lunes», agregó. En sus declaraciones, Suazo también denunció que algunos de los sindicalistas están usando la protesta para realizar política partidista y gremial, lo cual, según él, está afectando gravemente la estabilidad del INFOP.

Este prolongado conflicto también ha tenido efectos negativos en la misión principal del INFOP: la formación profesional de jóvenes y adultos en el país. La ausencia de clases debido a la toma de las instalaciones ha impedido que miles de estudiantes puedan acceder a los cursos y programas de capacitación que ofrece la institución. De igual manera, la prolongación de la crisis ha creado una atmósfera de incertidumbre en la comunidad educativa, que teme por el futuro de las instalaciones educativas y su impacto en la preparación de los futuros trabajadores de Honduras.

Mientras tanto, tanto los sindicalistas como las autoridades continúan con posturas irreconciliables, sin que se vislumbre una pronta solución al conflicto. A medida que la toma de instalaciones se extiende, las consecuencias sociales, económicas y educativas del conflicto en el INFOP se hacen cada vez más evidentes. El destino de la institución sigue siendo incierto y con ello, el futuro de aquellos que dependen de la formación profesional que esta ofrece.

El conflicto en el INFOP resalta la creciente polarización en la institución pública, mientras que los empleados y autoridades continúan sin llegar a un acuerdo que permita reanudar las actividades laborales y educativas en beneficio de la sociedad hondureña. Redacción Bruce Villatoro CEO HonduPrensa.Com

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