El cáncer de pulmón es la segunda forma más frecuente de cáncer a nivel mundial, con aproximadamente 2,2 millones de nuevos casos al año y 1,8 millones de muertes anuales, según cifras de la Agency for Research on Cancer (IARC); siendo que es el primero, entre las patologías oncológicas, cuando se evalúa el número de fallecidos. Y dado que nueve de cada diez personas que lo padecen son fumadoras, la cesación tabáquica es siempre el primer gesto de todas las iniciativas que buscan prevenirlo.
Un dato que los especialistas no pasan inadvertido en el Día Mundial del Cáncer de Pulmón -fecha impulsada por el Foro de Sociedades Respiratorias Internacionales (FIRS), la Sociedad Respiratoria Europea y otras organizaciones- es que si bien existen nuevas terapias target que alientan la esperanza de estabilizar la enfermedad, el 75% de los pacientes que llega a la consulta lo hace en estadios avanzados, lo cual disminuye sus posibilidades de curación.
En ese sentido, cabe destacar que, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de la mitad de los diagnósticos por este tipo de cáncer (precisamente el 58%) ocurre en las regiones menos desarrolladas del mundo, hecho que suma a la alta tasa de diagnóstico tardío y la consecuente disminución de las posibilidades de supervivencia.
Qué es el cáncer de pulmón y por qué es difícil diagnosticarlo de manera precoz
Por definición de la Sociedad Americana del Cáncer, “el cáncer de pulmón es un tipo de cáncer que comienza en los pulmones”. Y tras explicar que “comienza cuando las células del cuerpo empiezan a crecer sin control”, desde el organismo precisaron: “Los cánceres de pulmón generalmente comienzan en las células que recubren los bronquios y partes del pulmón, como los bronquiolos o los alvéolos”.
“En los últimos años se han estudiado y aprobado nuevos tratamientos para el cáncer de pulmón con excelentes resultados, pero es de vital importancia realizar los chequeos médicos correspondientes en forma periódica, siendo la detección temprana es capaz de marcar la diferencia en el tratamiento de la patología”, destacó el vicepresidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), doctor Diego Kaen.
La detección precoz del cáncer a menudo permite una mayor probabilidad de éxito en el tratamiento. Algunas patologías oncológicas tempranas pueden tener signos y síntomas que se pueden notar, pero ese no es siempre el caso.
Síntomas de cáncer de pulmón
En el caso del cáncer de pulmón, según la Sociedad Americana del Cáncer, “no causa ningún síntoma hasta que se ha diseminado, pero algunas personas con cáncer de pulmón temprano sí tienen síntomas”. En ese sentido, los expertos aseguran que consultar al médico cuando se notan los primeros síntomas, podría ayudar a que la enfermedad se diagnostique en una etapa más temprana, cuando es más probable que el tratamiento sea efectivo.
Los síntomas más comunes del cáncer de pulmón son:
– Tos que no desaparece o empeora
– Tos con sangre o esputo de color rojizo (escupir o flema)
– Dolor en el pecho que a menudo empeora con la respiración profunda, la tos o la risa
– Ronquera
– Pérdida de apetito
– Pérdida de peso inexplicable
– Dificultad para respirar
– Sentirse cansado o débil
– Infecciones como bronquitis y neumonía que no desaparecen o siguen reapareciendo
– Nueva aparición de sibilancias
Y si bien reconocen que “es más probable que la mayoría de estos síntomas sean causados por algo diferente al cáncer de pulmón”, aseguraron que “aún así, es importante consultar al médico ante la presencia de alguno de ellos para que pueda encontrar la causa y tratarla, si es necesario”.
Con información de Infobae.