El flujo de remesas familiares en el cierre del 2023 ascenderían a 10 mil millones de dólares, significaría casi el 30 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) alertó Enrique Yllesca Medina, político-empresario de la Costa Norte, en un fenómeno donde los migrantes siguen siendo el principal producto de exportación de Honduras.
Las estimaciones coinciden con datos del Banco Central de Honduras (BCH) en relación a que el ingreso de divisas de los agentes cambiarios a Honduras ascendió a 9,698.0 millones de dólares, al pasado 13 de julio del 2023, de esa cantidad 4,848.0 millones de dólares fueron envíos de remesas familiares, eso representa el 50.0 por ciento del total de ingresos.
“Es una preocupación aún mayor cada vez que aumenta la dependencia de los hondureños hacia las remesas dado que poco a poco se ha ido yendo la mano productiva y fuerza laboral”, cuestionó Yllescas.
“Eso impacta también en el tema social y desintegración familiar dado que padres de familia, hijos, hermanos, tíos y casi en su mayoría varones, además de la migración de mujeres y niños no acompañados que deciden migrar; poco a poco estamos perdiendo el pegamento social”, agregó.
El político-empresario manifestó que la dependencia que se está generando de las remesas en hogares hondureños en la última década es cada vez mayor. “Nos dice que no hay oportunidades en nuestro país o el desplazamiento por la violencia, el principal producto de exportación de Honduras en las últimas dos décadas sigue siendo los migrantes; ya no son productos como el café o el banano”, expuso.
“Pareciera que no hay voluntad real de transformar las cadenas productivas del país porque los estados como en el caso hondureño están muy cómodos recibiendo miles de millones de dólares, solo en el cierre de 2022 más de 8,600 millones”, concluyó Yllescas.