Tegucigalpa, Honduras.- Honduras ha alcanzado una preocupante posición a nivel de Latinoamérica, al ser reconocido como el país más violento para las mujeres, según los datos más recientes del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV UNAH). En el primer trimestre de 2025, se han reportado más de 59 femicidios, lo que refleja un aumento significativo respecto al mismo período del año anterior. Esta cifra coloca al país en el primer lugar en términos de femicidios en Latinoamérica, con una tasa alarmante de muertes violentas de mujeres.

La directora del OV UNAH, Migdonia Ayestas, destacó que Honduras es presentado a nivel mundial como uno de los cinco países con mayores tasas de femicidios, y lamentó que, a pesar de los esfuerzos, las estrategias de seguridad no han logrado revertir la violencia contra las mujeres. En sus declaraciones, Ayestas subrayó que la criminalidad contra las mujeres ha escalado a un problema grave que requiere atención inmediata.

“Se nos presenta en el mundo como uno de los cinco países feminicidas, en Latinoamérica estamos ocupando el primer lugar según la tasa de femicidios y de muerte violenta”, señaló Ayestas. A lo largo de su intervención, también alertó sobre la percepción de la violencia que las niñas y mujeres hondureñas están internalizando, donde se les enseña a callar y obedecer por miedo a ser víctimas de violencia machista.

El incremento de las muertes violentas de mujeres en el país se ha mantenido constante, y los datos de 2025 revelan una escalofriante realidad. En comparación con el primer trimestre de 2024, el número de femicidios ha aumentado en cinco casos más, lo que evidencia que la violencia de género continúa siendo un desafío enorme para el Estado hondureño.

El impacto en las niñas y mujeres jóvenes es otra preocupación que Ayestas destacó. Según la directora del OV UNAH, las niñas están aprendiendo a vivir bajo la cultura de sometimiento, donde se les enseña que su voz no debe ser escuchada y que cualquier intento de rebelión puede costarles la vida. Este patrón cultural de violencia tiene profundas repercusiones en la percepción de la igualdad de género en la sociedad.

La estrategia nacional de seguridad aún no ha logrado contener el creciente fenómeno de la violencia feminicida. A pesar de las estadísticas alarmantes, las instituciones gubernamentales deben priorizar el abordaje de esta crisis, con políticas diferenciadas que enfoquen de manera integral el problema de los femicidios y la violencia machista en Honduras.

¿Qué soluciones se están implementando? En su análisis, Ayestas enfatizó la necesidad urgente de acciones concretas y programas de prevención que no solo castiguen a los agresores, sino que también fomenten una cultura de respeto e igualdad en la sociedad hondureña.

Honduras continúa enfrentando una de las crisis más graves en materia de derechos humanos y violencia de género, y las autoridades, así como la sociedad civil, deben trabajar de manera conjunta para reducir estos crímenes atroces que afectan a miles de mujeres en el país. Redacción Ruth Corrales

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