Tegucigalpa, Honduras.- “¡Bienvenidos a nuestra nueva casa!” Con esas palabras, la embajadora de Estados Unidos en Honduras, Laura Dogu, inició su emotiva despedida en la moderna sede de la embajada en Tegucigalpa, un espacio que –como ella misma expresó– refleja el esfuerzo y la visión conjunta entre ambas naciones.
Su mensaje no fue uno de rutina diplomática, sino una profunda reflexión sobre el camino recorrido y los desafíos que aún enfrenta la democracia hondureña. Dogu, quien asumió su cargo en abril de 2022, recordó con humor su llegada al país entre bloqueos, tráfico y la logística para traer incluso a sus gatos. Pero rápidamente esa anécdota dio paso a temas de mayor calado.
Durante sus tres años de gestión, la embajadora lideró acciones claves junto al gobierno hondureño, enfocándose en salud pública, crecimiento económico, migración y fortalecimiento institucional. En un contexto marcado por la pandemia, Estados Unidos donó cientos de miles de vacunas contra el COVID-19, lo cual consolidó el vínculo humanitario entre ambas naciones.
Pero el momento más poderoso de su discurso llegó cuando Dogu abordó la situación política actual del país. Hizo un llamado directo y sin rodeos a los actores clave del proceso electoral: “Los entes electorales, partidos políticos, Congreso Nacional, gobierno y Fuerzas Armadas deben centrarse de inmediato en las elecciones generales de noviembre. No queda mucho tiempo. Los catrachos merecen un mejor proceso electoral.”
Con esas palabras, Dogu no solo ofreció una crítica constructiva, sino que reafirmó su compromiso con la transparencia, el respeto institucional y la voluntad del pueblo hondureño. Subrayó que, aunque las diferencias de visión entre países son normales, la honestidad entre amigos es vital para avanzar juntos.
La embajadora también destacó la resiliencia del pueblo hondureño al participar masivamente en las recientes elecciones primarias, a pesar de las adversidades. Para ella, ese compromiso cívico es la mayor señal de esperanza y evidencia de que Honduras tiene el potencial de escribir una nueva página democrática.
Aunque su misión en el país concluye, Dogu aseguró que los lazos de cooperación seguirán fuertes, ahora bajo el liderazgo del Ministro Consejero Roy Perrin, quien asumirá la coordinación diplomática en su ausencia. “Sigo confiando en el potencial de Honduras y en la fuerza de su gente. Estoy segura de que el futuro es prometedor.”
Con estas palabras, Laura Dogu cerró su ciclo en Honduras, dejando un legado de cercanía, diálogo y firme defensa de la democracia. Su salida marca el fin de una etapa, pero también el inicio de un nuevo capítulo en las relaciones entre Estados Unidos y Honduras. Redacción Bruce Villatoro CEO HonduPrensa.Com