Tegucigalpa, Honduras.- Aunque los homicidios generales han disminuido, Honduras enfrenta una cruda realidad que se repite semana tras semana: la masacre. En lo que va del año 2025, el país ha registrado 16 eventos violentos de este tipo, dejando 56 personas muertas, según datos de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).

Eso equivale a una masacre cada semana.

Para Nelson Castañeda, director de Justicia y Seguridad de ASJ, estos crímenes no deben analizarse bajo la misma lógica que los homicidios comunes. Las muertes múltiples son ejecuciones sistemáticas, organizadas por grupos criminales”, explicó, basándose en hallazgos del Ministerio Público y la Policía Nacional. 

Masacres: violencia planificada, no incidental

A diferencia de los homicidios individuales que muchas veces derivan de conflictos personales, las masacres son planificadas con precisión militar.
La brutalidad y el patrón repetido en estas ejecuciones revelan estructuras criminales que operan con impunidad y recursos”, añade Castañeda.

Este patrón requiere una respuesta específica y diferenciada, más allá de las estrategias generales contra la violencia. 

2025: un año más sangriento que el anterior

En comparación, en el mismo periodo de 2024 se reportaron solo 8 masacres y 25 víctimas. Hoy, las cifras se han duplicado: un aumento del 108 % en muertes múltiples. No son números, son personas. Cada víctima representa una tragedia que no puede quedar en el olvido”, expresó el vocero de ASJ. “Es inaceptable que el país naturalice cuatro masacres al mes sin una reacción del Estado.” 

¿Qué está fallando?

Para Castañeda, el problema está claro:

  • Falta de una fuerza de tarea especializada

  • Débil capacidad de investigación criminal

  • Ausencia de voluntad política

La violencia organizada no se detendrá con estrategias genéricas. Cada masacre exige una respuesta estructural”, concluyó. 

La frecuencia de estas matanzas es una señal clara de alarma: la violencia en Honduras es sistemática, organizada y cada vez más normalizada. Redacción Martha C.C.

¡DIOS BENDIGA A HONDURAS!