Tegucigalpa, Honduras.- La economía hondureña crecerá apenas 2.8% en 2025, según el más reciente informe del Banco Mundial, titulado The Macro Poverty Outlook. Esta cifra representa una desaceleración significativa frente al 3.6% registrado en 2024, marcada por una caída en las exportaciones, menor dinamismo del crédito y un entorno internacional adverso.
Aunque el país ha tenido cierto alivio gracias a remesas sólidas, inflación controlada y acceso al crédito, otros factores han debilitado el ritmo de crecimiento. Entre ellos, la tormenta tropical Sara, que afectó cultivos y comunidades, así como la disminución de la demanda externa.
En cuanto al panorama social, la pobreza sigue siendo alarmante: en 2024, el 62.9% de los hogares vivían bajo la línea de pobreza, apenas una mejora frente al 64.1% de 2023. Más preocupante aún, el 12.4% de la población subsiste en pobreza extrema, con ingresos inferiores a 2.15 dólares diarios.
El informe también revela que casi la mitad de los hondureños vive con menos de 6.85 dólares al día, mientras que la alta informalidad laboral y el limitado acceso a servicios básicos frenan el desarrollo humano y económico.
En lo fiscal, el déficit público cerró en 1.1% del PIB en 2024, pero podría subir a 1.4% en 2025 debido a un aumento en el gasto social. Las remesas se mantienen como el pilar financiero más fuerte, representando cerca de una cuarta parte del PIB.
El Banco Mundial también advierte sobre riesgos adicionales: posibles desastres naturales, ralentización global, incertidumbre en políticas comerciales y el retorno de migrantes, que podrían saturar aún más un mercado laboral ya debilitado. Redacción Laura Valladares