Tegucigalpa, Honduras.- La epidemia de dengue continúa su avance en Honduras, donde las autoridades sanitarias han confirmado cuatro muertes, entre ellas tres menores, y más de 7.000 casos sospechosos en lo que va de 2025. Así lo informó este miércoles Lorenzo Pavón, jefe del Departamento de Vigilancia de la Salud.

En una conferencia de prensa, Pavón detalló que “los casos sospechosos suman 7.078, de los cuales el Laboratorio Nacional de Vigilancia de la Salud solo ha confirmado 86, y se han recuperado 6.678 personas que presentaron síntomas compatibles con dengue”.

El funcionario explicó que las muertes confirmadas fueron provocadas por el serotipo DEN-3, uno de los más agresivos del virus, que puede causar complicaciones severas si no se detecta a tiempo.

Además, advirtió que actualmente circulan los cuatro serotipos del virus en el país, lo cual representa un alto riesgo de infección grave o incluso mortal.

Piden acudir al médico ante los primeros síntomas

Los profesionales de la salud han reiterado el llamado a la población a no subestimar los síntomas del dengue, que incluyen fiebre alta, dolor muscular y de cabeza, vómitos, malestar general y erupciones en la piel.

“Es fundamental que las personas que presenten estos signos acudan inmediatamente al centro de salud más cercano. El diagnóstico temprano puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, subrayó Pavón.

Llamado a la prevención en hogares y comunidades

El jefe de vigilancia sanitaria recalcó que el dengue es una enfermedad prevenible, siempre que se mantengan limpias las viviendas y se eliminen los criaderos del mosquito Aedes aegypti, responsable de transmitir el virus.

“Necesitamos el compromiso de toda la ciudadanía. No acumular agua, mantener los patios limpios, recoger la basura y cubrir los recipientes de agua puede salvar vidas”, insistió Pavón.

Recuerdo de la peor epidemia

El brote actual trae a la memoria la crisis sanitaria de 2019, cuando Honduras vivió la peor epidemia de dengue de su historia. Ese año se reportaron 112.708 casos y 180 fallecimientos, según datos oficiales. Una tragedia que evidenció las debilidades del sistema sanitario y dejó secuelas que aún persisten. Con información de EFE

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