Tegucigalpa, Honduras.- El resurgimiento de la tosferina en Honduras es una preocupación creciente, según alertó este lunes el médico y diputado del Congreso Nacional, Carlos Umaña. El brote de esta enfermedad, que durante años se había considerado casi erradicada en el país, se debe principalmente a la baja cobertura de vacunación infantil.
El Porcentaje de vacunación que alcanzaba el 100% antes de la pandemia de COVID-19, ahora ronda apenas el 70%, lo que ha permitido que enfermedades prevenibles como la tosferina, enfermedad altamente contagiosa, resurjan y afecten a los más vulnerables: los niños.
«Nunca en mis 27 años de carrera médica había visto una sala dedicada exclusivamente a pacientes con tosferina», expresó Umaña, quien ha sido director del Hospital Regional del Norte y gerente general del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS). La alarmante situación se evidenció la semana pasada, cuando el hospital recibió a un número creciente de niños diagnosticados con tosferina, muchos de los cuales no estaban vacunados.
El Dr. Umaña indicó que, al hablar con las madres de familia y el personal sanitario, descubrieron que la mayoría de los niños internados no habían sido vacunados. “Cuando se les pregunta a las madres por qué no vacunaron a sus hijos, la respuesta más común es que ‘las vacunas son malas para la salud’, una percepción errónea promovida por los discursos antivacunas, especialmente durante la pandemia, añadió el médico.
El diputado fue enfático al afirmar que las vacunas han sido clave en la lucha contra enfermedades mortales y que el permitir que discursos infundados afecten la salud pública representa un grave retroceso para el país. «Es totalmente lo contrario. Las vacunas han salvado millones de vidas y son nuestra mejor defensa contra enfermedades como la tosferina», subrayó.
El Dr. Umaña también criticó la respuesta tardía de las autoridades de salud, que, según él, se han limitado a justificar la baja cobertura por los efectos de la pandemia, pero no han puesto en marcha un plan efectivo de recuperación. «Necesitamos un plan de acción urgente para recuperar el porcentaje de cobertura vacunal perdido. No podemos permitir que enfermedades prevenibles vuelvan a causar estragos por desinformación y negligencia,» concluyó. Redacción Ruth Corrales