Tegucigalpa, Honduras.- En plena cuenta regresiva hacia las elecciones generales del 30 de noviembre, el ambiente político hondureño se sacude tras un polémico episodio: colectivos del Partido Libertad y Refundación (Libre) impidieron este lunes la recepción de ofertas para el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), sembrando dudas sobre un posible boicot orquestado desde el propio Consejo Nacional Electoral (CNE).
Desde horas tempranas, simpatizantes de Libre tomaron las instalaciones del CNE, cercanas al Hospital San Felipe, bloqueando el ingreso de representantes de empresas interesadas en proveer el servicio del TREP. Varias firmas abandonaron el lugar ante la presión y el ambiente intimidante, mientras otras esperaron en vano garantías mínimas de seguridad.
El acto público contemplaba la entrega de ofertas, revisión técnica y publicación de pliegos de conectividad, pasos esenciales para blindar la transparencia del proceso. Sin embargo, la presencia reducida de apenas 15 policías y un contingente militar insuficiente dejó expuesta la fragilidad institucional frente a las presiones políticas.
Las redes sociales se encendieron cuando la presidenta del CNE, Cossette López, alzó la voz desde su cuenta en X (Twitter):
“Han cruzado el límite de la desesperación. Tratar de impedir la entrega de ofertas para el TREP es un atentado al proceso electoral.”
López exigió a las fuerzas del orden proteger la democracia ante el caos, mientras su compañera, la consejera Ana Paola Hall, oficializaba la prórroga del acto público a través de un comunicado publicado en el portal de HonduCompras y redes del CNE, asegurando que el proceso continúa.
El momento más tenso llegó cuando López compartió una imagen junto a Hall, dejando a su lado una silla vacía, y sentenció:
“La silla vacía habla por sí sola. Deja en evidencia quién está detrás de este hecho lamentable.”
Una clara referencia al consejero Marlon Ochoa, crítico abierto de las decisiones de López y Hall, y a quien ahora se señala indirectamente de propiciar este ambiente de sabotaje.
Pese a la crisis, López cerró su pronunciamiento con un mensaje desafiante:
“Contra viento y marea, sí habrá elecciones en Honduras.”
Este episodio expone las fracturas internas del CNE y enciende las alarmas sobre la legitimidad del proceso, dejando la interrogante en el aire: ¿se trató de una protesta espontánea o de un movimiento calculado desde adentro para frenar la licitación del sistema clave para la transparencia electoral?. Redacción Allan Cerrato