Tegucigalpa, Honduras.- Frente al aumento acelerado de enfermedades respiratorias en Honduras —como el COVID-19, el sarampión y la tosferina—, especialistas en salud pública hacen un llamado urgente a la población para retomar medidas básicas de bioseguridad, especialmente en espacios cerrados y centros educativos

El doctor Víctor Manuel Ramos, experto en salud pública, alertó que aunque el COVID-19 ha perdido la letalidad de años anteriores, no debe subestimarse, sobre todo en adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. “Yo creo que hay que volver a las medidas de bioseguridad. No tan estrictas como en plena pandemia, pero sí tomar precauciones. Los adultos mayores deben usar mascarilla, y los jóvenes también deben cuidar a sus abuelos para no llevar el contagio a casa”, expresó Ramos.

Entre las recomendaciones clave destacan:

  • Uso de mascarilla en lugares cerrados como oficinas, centros comerciales y escuelas.

  • Lavado constante de manos o uso de gel antibacterial.

  • Vacunación completa, no solo contra el COVID-19, sino también contra el sarampión y la tosferina.

En el ámbito educativo, Ramos instó a que las escuelas soliciten el carnet de vacunación a los estudiantes y notifiquen a las autoridades de salud sobre casos de niños no vacunados. “Es vital proteger a la infancia, ya que estas enfermedades pueden provocar complicaciones graves e incluso mortalidad infantil”, advirtió.

También hizo énfasis en el contexto nacional: “Vivimos en un país con altos niveles de desnutrición e inseguridad alimentaria. La población hondureña no está preparada para enfrentar un nuevo rebrote fuerte sin prevención activa”, recalcó.

Hasta el momento, la Secretaría de Salud no ha emitido nuevas disposiciones oficiales, pero los expertos coinciden: la prevención es responsabilidad de todos, no solo del Estado.

La salud es una responsabilidad compartida. No esperemos a que sea tarde para actuar”, concluyó el doctor Ramos. Redacción Ruth Corrales

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