Tegucigalpa, Honduras.- Honduras se prepara para recibir entre 15,000 y 20,000 visitantes salvadoreños durante el feriado agostino que inicia este viernes en El Salvador, proyectando un notable impacto económico y un impulso clave para el sector turismo en la región.
El viceministro de Turismo, Luis Chévez, explicó que este flujo de visitantes corresponde al promedio histórico de los últimos años, y que aunque el asueto será corto —de apenas cuatro días—, la cercanía geográfica, la conectividad terrestre y la oferta natural y cultural de destinos como el occidente hondureño y el Lago de Yojoa convierten al país en una opción ideal. “Desde hace tres meses lanzamos una campaña turística enfocada en El Salvador y Guatemala, y esperamos que durante este feriado empiece a rendir frutos visibles”, expresó Chévez.
Impacto económico inmediato
El funcionario también detalló que cada turista salvadoreño gasta en promedio 200 dólares diarios, considerando gastos en transporte, alimentación, hospedaje y recreación, lo que representa una inyección económica valiosa para las comunidades turísticas locales. “Aunque se trate de una temporada corta, el movimiento económico es muy significativo. El turismo dejó más de 700 millones de dólares en 2024, y este tipo de feriados regionales fortalecen ese crecimiento”, subrayó.
Preparativos en las fronteras
En cuanto a la logística de ingreso, las autoridades reconocen que los pasos fronterizos de El Poy y El Amatillo suelen presentar desafíos durante estas fechas. No obstante, personal especializado del Instituto Nacional de Migración y del sector turismo será desplegado desde este 1 de agosto para ofrecer asistencia, orientación y una cálida bienvenida. “Queremos que nuestros visitantes se sientan informados, seguros y bien recibidos. Se les indicarán los puntos carreteros en construcción y rutas alternas, todo con el objetivo de que vivan una estadía placentera y sin contratiempos”, aseguró Chévez.
Medidas de prevención y hospitalidad
Aunque el uso de mascarilla no es obligatorio, se recomendará su uso en espacios cerrados o muy concurridos, debido a algunos brotes de influenza y COVID-19 en ciertas zonas del país. “No se trata de incomodar a nadie, sino de proteger su salud. Son medidas amigables y preventivas que apuntan a garantizar la seguridad de todos los turistas”, concluyó el viceministro.
Las autoridades esperan que este flujo de visitantes fortalezca la imagen de Honduras como un destino seguro, accesible y hospitalario, elevando su perfil turístico regional y reafirmando su conexión cultural y económica con El Salvador. Redacción Ruth Corrales