Tegucigalpa, Honduras.- El partido Libertad y Refundación (LIBRE) atraviesa una de sus crisis más severas desde que llegó al poder, tras la explosión del caso “Koriun”, un escándalo que huele a corrupción de alto nivel y que, según analistas, está siendo blindado por el silencio cómplice de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) y el Ministerio Público (MP).
Fuentes cercanas al proceso afirman que el caso involucra operaciones financieras irregulares, triangulación de fondos y posibles vínculos con funcionarios de alto rango. Sin embargo, ninguna autoridad ha movido un dedo para iniciar acciones contundentes. Este mutismo institucional alimenta la sospecha de un pacto de impunidad que protege a figuras políticas y económicas cercanas al poder.
Para críticos y líderes de opinión, este escándalo no solo desnuda la fragilidad del sistema judicial hondureño, sino que expone el doble discurso de LIBRE, un partido que llegó prometiendo “barrer la corrupción” y que hoy aparece hundido hasta el cuello en acusaciones graves de saqueo y lavado de dinero.
Las voces ciudadanas han sido directas: “Si el caso Koriun no se investiga, el gobierno se convierte en cómplice”. Organizaciones sociales, abogados y defensores de la transparencia aseguran que la CNBS y el MP están actuando como guardianes del secretismo, negándose a revelar detalles que podrían destapar una estructura de corrupción de dimensiones mayores.
En redes sociales, la indignación crece con etiquetas que exigen acciones inmediatas y llaman a movilizaciones masivas para presionar a las autoridades. Para muchos, este caso es la prueba definitiva de que el poder político y económico en Honduras sigue por encima de la ley, y que la lucha contra la corrupción es un discurso hueco mientras el “Koriun” permanezca en la sombra.
De no abrirse una investigación transparente y pública, LIBRE corre el riesgo de perder su capital político y quedar marcado como el partido que institucionalizó la impunidad. El “Koriun” podría ser el escándalo que derrumbe la narrativa oficial y que exponga las entrañas podridas de la corrupción en el país. Redacción Laura Valladares.