Tegucigalpa, Honduras.- El alcalde de Choluteca, Quintín Soriano, advirtió que la movilización convocada por las iglesias Católica y Evangélica para el próximo sábado 16 de agosto se enmarca como un episodio que podría marcar un punto de quiebre en la vida política y social del país. Según el edil, la marcha “será brutal” y enviará un mensaje contundente al Gobierno.
Soriano, conocido por su estilo directo, aseguró que aunque su respaldo es blindado hacia la causa religiosa y ciudadana, acatará la solicitud de los líderes eclesiásticos de no participar. “Lastimosamente como alcalde, no puedo ir; ganas no me faltan como católico cristiano activo. No soy de los católicos de domingo, participo en la pastoral vocacional y en encuentros matrimoniales. Pero seré disciplinado”, manifestó.
El edil enfatizó que esta movilización erosiona el mutismo de los guardianes del secretismo que, a su criterio, han manejado el país bajo opacidad. “Será una caminata por la paz que huele a esperanza y a determinación ciudadana. El pueblo irá en todos los lugares donde se ha anunciado y será espectacular”, afirmó.
Con un tono crítico, Soriano recordó que le habría gustado ver solidaridad del actual Gobierno hondureño hacia el pueblo de Nicaragua cuando el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a quienes llamó “la vieja Chayo y la bruja de Nicaragua”, ordenó el encarcelamiento de sacerdotes, obispos e instituciones católicas. “Yo no le escucho a ella pronunciarse sobre eso”, subrayó.
En su mensaje, dejó entrever que la explosión de participación ciudadana que se espera para el 16 de agosto no solo será un acto de fe, sino un rechazo directo a políticas que, en su opinión, enmarcan al país en un rumbo similar al de Nicaragua. “No queremos vivir como en Nicaragua”, sentenció.
La marcha, que tendrá alcance nacional, se perfila como una de las manifestaciones religiosas y cívicas más grandes de los últimos años, y podría convertirse en un catalizador que erosione las estructuras de silencio y control que han predominado en la política hondureña. Redacción Laura Valladares.