Tegucigalpa, Honduras.- El Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República para el Ejercicio Fiscal 2026 proyecta un crecimiento del 6%, lo que representa un incremento de L25,854 millones 468 mil, en comparación con el actual presupuesto de L430,907 millones 800 mil lempiras.
Las estimaciones fueron analizadas por el economista de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Sergio Zepeda, quien advirtió que este aumento podría obligar al gobierno a recurrir tanto al endeudamiento interno como externo, debido a que los ingresos tributarios no serían suficientes para cubrir la diferencia.
Un presupuesto que crece al ritmo de la inflación
“Hablar de un crecimiento del 6 por ciento en el Presupuesto General refleja que nos estamos anticipando a que este crecimiento puede estar acorde al posible nivel de inflación de cierre del año”, señaló Zepeda, destacando que este comportamiento es natural dentro de la formulación macroeconómica.
El economista subrayó que, aunque es comprensible un aumento en el presupuesto, lo fundamental será revisar cómo se asignarán los recursos y cuáles serán las prioridades reales del Estado.
Servicio de deuda, la gran presión fiscal
Uno de los puntos más sensibles, según Zepeda, es el servicio de la deuda pública, que actualmente supera los L67,000 millones. A este monto se suman los compromisos adquiridos por el actual gobierno y los heredados de administraciones anteriores, lo que limita la capacidad de inversión en áreas clave como salud, educación, seguridad y programas sociales.
El economista insistió en que cualquier incremento presupuestario debe estar acompañado de una ejecución eficiente, control de gasto y mayor transparencia, para evitar que el país se vea atrapado en un ciclo de endeudamiento insostenible.
Debate clave en la política fiscal
La discusión del Presupuesto 2026 se perfila como uno de los temas centrales en la agenda del Congreso Nacional, ya que definirá la política fiscal del próximo año. Mientras algunos sectores ven positivo el aumento, otros lo consideran un riesgo que podría comprometer la estabilidad económica si no se acompaña de responsabilidad financiera y medidas de austeridad. Redacción Laura Valladares