El reciente Informe Nacional de los Riesgos en las Redes Sociales en NNA con Enfoque de Trata, elaborado por Silva y Talero Consultores (Siltac) y presentado en Tegucigalpa, se erige como un documento histórico para el país. Tras casi dos años de investigación interinstitucional, el estudio revela con crudeza la realidad que enfrentan miles de niñas, niños y adolescentes hondureños en el entorno digital: ciberacoso, sexting, sextorsión, grooming y exposición a pornografía infantil son hoy amenazas cotidianas que ponen en jaque su desarrollo, su seguridad y su dignidad.
Un testimonio que estremeció conciencias
En una jornada educativa, una niña de apenas 9 años confesó: “Tengo un novio de 24, lo conocí en una aplicación”. La declaración, breve pero devastadora, paralizó a expertos y autoridades presentes. La voz infantil se convirtió en símbolo del riesgo creciente que atraviesan los menores al acceder sin supervisión a plataformas digitales. Este hecho desencadenó protocolos inmediatos de rescate y visibilizó que la vulnerabilidad de la niñez en línea trasciende cifras y estadísticas: son historias humanas que claman por acción urgente.
El rap como herramienta de confianza
A diferencia de otros estudios tradicionales, Siltac apostó por una metodología innovadora y profundamente empática: el freestyle rap como puente pedagógico para generar confianza entre los adolescentes. Este recurso artístico, cargado de emoción y autenticidad, permitió que más de 41,100 niños y adolescentes abrieran sus corazones y compartieran con valentía lo que viven en las redes sociales.
Los resultados, recogidos en 4,500 encuestas, mostraron una radiografía alarmante: contacto con adultos desconocidos, desafíos virales que ponen en riesgo la vida, ciberacoso entre pares y exposición temprana a contenido sexual ilícito. “El rap dejó de ser música para convertirse en un espejo de sus vivencias. Fue una forma de decirles: te escuchamos, y ellos respondieron con brutal honestidad”, explicó Pamela Silva, gerente general de Siltac.
La voz de Punta Gorda que iluminó el informe
El proceso investigativo incluyó un momento simbólico: la participación de niñas y niños garífunas de Punta Gorda, Roatán, quienes no solo brindaron sus testimonios, sino que recibieron directamente los resultados de la investigación en la que contribuyeron. “Queríamos que supieran que sus historias importan, que su voz no se pierde en un archivo. Regresar a las comunidades es cerrar el círculo y devolver confianza”, afirmó Silva. Ese encuentro selló la dimensión humana del informe, recordando que detrás de cada dato existe un rostro y una esperanza.
Un fenómeno que desborda capacidades institucionales
El documento también recopila casos concretos: páginas creadas para humillar estudiantes y maestros, sextorsión mediante redes sociales, tráfico de imágenes íntimas y acoso sistemático. Cada hallazgo fue acompañado por la activación de protocolos de protección en coordinación con la Cicesct, Senaf, Policía Nacional, Ministerio Público y organizaciones como World Vision, Fundación Azteca, Unitec e ICMEC.
“Nos enfrentamos a un fenómeno de explotación digital que crece más rápido que nuestras capacidades de respuesta. Este informe no solo es diagnóstico: es un mapa para construir soluciones sostenibles”, advirtió Carlos Murillo, de Siltac Colombia.
Honduras como referente en protección digital
El estudio, alineado con la Recomendación Nº 25 del Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas, posiciona a Honduras como pionero regional en metodologías innovadoras de investigación social. La apuesta por combinar rigor científico con cercanía cultural transforma este informe en un referente no solo para el país, sino para América Latina.
“Más que números, este trabajo es un llamado. Nos invita a todos —familias, docentes, autoridades y sociedad civil— a asumir la corresponsabilidad de proteger a la niñez en entornos digitales”, recalcó Silva.
Del diagnóstico a la acción inmediata
Durante la presentación, los expertos coincidieron en que Honduras debe avanzar hacia políticas públicas transversales que integren educación digital, vigilancia tecnológica y redes comunitarias de protección. “Las intervenciones lograron silenciar páginas de exposición en algunos colegios. Eso nos demuestra que hay esperanza, pero debemos actuar ya, sin dilaciones”, afirmó Maribel Rincón, de Fundación Azteca Honduras.
Un compromiso impostergable con la niñez
El Informe Nacional de los Riesgos en las Redes Sociales en NNA con Enfoque de Trata no se limita a exponer problemáticas: plantea un plan de acción urgente. Con esta investigación, Honduras envía un mensaje contundente a la región: la niñez no está sola, su voz tiene eco y su futuro merece un entorno digital seguro.
“El país tiene una deuda inmensa con su niñez. Este informe es un faro para saldarla con políticas concretas, voluntad política y compromiso social”, concluyó Silva. Redacción Laura Valladares.