Tegucigalpa, Honduras.- La directora del Consejo Nacional Electoral (CNA), Gabriela Castellanos, lanzó una contundente crítica a través de sus redes sociales sobre el financiamiento de las campañas electorales en Honduras, afirmando que lo que realmente mueve los procesos políticos no es la esperanza ni las propuestas, sino un torrente de “dinero sucio”, corrupción, sobornos y lavado de activos.
Castellanos subrayó que la Unidad de Financiamiento, Transparencia y Fiscalización (UFTF), que debería garantizar la limpieza de los fondos electorales, se encuentra “maniatada, atada de pies y manos” por un Congreso que bloquea su presupuesto. “Aprobar fondos significaría darle dientes a una entidad que podría morder la mano que la alimenta. El Congreso ha preferido mantener a los fiscalizadores desnutridos, reducidos a oficinas fantasma, mientras las campañas se llenan de maletines repletos de billetes manchados de impunidad”, denunció.
La directora del CNA señaló que esta situación no es casualidad, sino un pacto tácito que garantiza la impunidad de políticos y aspirantes financiados por dinero ilícito. Según Castellanos, la fiscalización debería ser un escudo de la ciudadanía, pero en la práctica se ha convertido en un “teatro de sombras”, bloqueado por diputados que temen ser reflejados en los informes que nunca se elaboran.
“Se perpetúa un círculo vicioso: campañas manchadas de dinero ilícito, políticos serviles al crimen organizado y un Congreso que protege sus privilegios. La ciudadanía asiste inerme a este espectáculo, obligada a elegir entre candidaturas financiadas por clanes criminales”, señaló.
Castellanos agregó que Honduras vive una ‘tragicomedia’ electoral, donde el dinero podrido de la corrupción marca la verdadera papeleta y condena a los electores a votar en un mercado electoral dominado por intereses ilícitos. “No es casualidad que Honduras arrastre una fama internacional de narco-Estado. Es el resultado directo de esta omisión calculada: impedir que los órganos de control operen, mantenerlos famélicos y condenados al ridículo”, concluyó.
La funcionaria remarcó que, mientras la fiscalización siga bloqueada, las elecciones se convierten en un carnaval obsceno, financiado por dinero ilícito y manipulado por intereses que nada tienen que ver con la democracia real. Redacción Martha C.C.