Inevitable. Dos boxeadores con estilo e inteligencia. Dos épocas tan poco lejanas que hasta tienen un gran rival en común, al que ambos vencieron sin dificultades: Saúl ‘Canelo’ Álvarez. Ponemos bajo la lupa a Floyd Mayweather y Terence ‘Bud’ Crawford.

Si el ser humano es el único en tropezar dos veces con la misma piedra, el boxeador tapatío demostró que el dicho sigue vigente.

Ante dos boxeadores de gran juego de piernas, de excelente contragolpe y de una mentalidad que les permite una estrategia adecuada, Álvarez cayó dos veces en la misma trampa, señal -además- de que no sacó ninguna enseñanza de la primera, porque no ofreció variantes en la segunda. Crawford de esa manera se convirtió en campeón unificado supermediano, sumando esa corona a la de los welter y superwelter ya conquistadas.

Este cronista recuerda una cena compartida con Gilbertico Mendoza luego de la victoria de Floyd sobre Canelo, el 14 de septiembre de 2013. La frase quedó grabada en la memoria: “Para los de mi generación, Mayweather es nuestro Ray Robinson. Es tan inteligente que parece adivinar el golpe antes de que el rival lo tire”.

Floyd, a los 36, superó sin dificultades a “Canelo”, de 23, más allá de una tarjeta que dio un incomprensible empate (C.J. Ross se retiró de boxeo luego de su 114 iguales).

Si para poner un ejemplo hay que irse hasta Robinson, el tema es más que serio: es atrapante, porque Ray fue quizás el mejor de todos y porque la nostalgia es tan engañosa que nos hace sentir que todo pasado fue mejor.

Floyd, como Crawford, reivindican aquel concepto del boxeo en donde el principal propósito es no dejarse pegar. No olvidar una mención a Ray Leonard.

Decidir quién es mejor es ante todo una cuestión de paladar, porque -y esto lo ha dicho el propio Crawford-, las comparaciones no son buenas, pero siguen siendo muy atractivas.

Crawford tiene 40 peleas ganadas con 31 antes del límite, mientras que Floyd totalizó 50, con 27 nocauts.

“Canelo” declaró que Crawford es mejor que Floyd, mientras que el propio Crawford optó por decir que hay que ubicar a cada uno en su época.

Mayweather y Crawford, en la línea de tiempo de sus carreras

Hay una diferencia inevitable y tiene que ver con la calidad de oposición. Cuando se menciona a Mayweather es imposible esquivar una lista compuesta por José Luis Castillo, Juan Manuel Márquez, Ricky Hatton, Oscar De La Hoya, Manny Pacquiao, Miguel Cotto o Marcos Maidana.

También es cierto que se objeta a Floyd por la elección cuidadosa de sus rivales, mientras que Crawford peleó con todo el que se puso delante sin ventajas. Su victoria sobre Errol Spence Jr. fue, por ejemplo, otra clase magistral de boxeo.

Dos boxeadores sin tregua, difíciles por el ritmo tremendo que le dieron a sus peleas, le impidieron pensar en paz a “Money”: José Luis Castillo y Marcos “Chino “Maidana, pero solamente en la primera pelea -sobre todo en el caso de José Luis Castillo, para muchos el ganador de ese combate-, porque en la revancha ya no hubo sorpresa alguna.

Aunque no ha transcurrido tanto tiempo entre una carrera y otra, el nivel de oposición ha cambiado.

Crawford ha vencido a cuanto rival se le opuso, hasta al Canelo, cuyas ventajas en lo físico quedaron anuladas ante el boxeo cronométrico del norteamericano.

Mayweather ha sido un tremendo boxeador cuya calidad fue probada ante rivales de muy diferentes características: basta con revisar la nutrida lista.

En todo caso, en la segunda parte de su carrera.

Floyd y Terence, cara a cara

Zurdo, de gran combinación de manos, poseedor de un timming que nomientras Crawford luce más efectivo, Floyd hizo prevalecer su tremenda defensa sirve descubrir justamente ahora, Crawford no ha logrado las bolsas millonarias ni el nivel de exposición mediático de Floyd, pero ese es otro aspecto, importante, pero que no puede interferir en el nivel de cada uno. No hacemos la medición partiendo del negocio que generan (terreno en donde se hace imposible lidiar con “Money”) sino lo que exhiben en el ring.

Por una cuestión de gusto personal, luego de verlos según la oposición que han tenido, este cronista se queda con Floyd. Él no es el inventor de esa técnica de cubrirse con los hombros o de trabajar con réplicas exactas, pero lo ha perfeccionado. Y esto ha sido puesto a prueba como quedó dicho, con rivales de todo tipo. Es cierto, la pelea con Manny Pacquiao no llegó en el mejor momento del filipino y puede decirse que Oscar ya no era el mismo. Pero se puede afirmar que el Canelo, a los 35, ya no era el de antes cuando peleó con “Bud”.

Crawford dio todas las ventajas ante Canelo y tras esta victoria el tema es encontrar quien es capaz de ofrecerle gran oposición. Suena David Benavídez, es cierto, pero Brian McIntyre, su entrenador, descartó esa posibilidad. Ya  a los 38, que cumplió el 28 de septiembre, el propio Crawford afirmó que esta podría haber sido su última pelea.

Floyd parecía -parece- insaciable y realmente, leyendo su récord, podría afirmarse que ni McGregor se salvó. Maidana lo persiguió por todo el ring en la primera, se robó los aplausos y se ganó la revancha, pero el resultado final -la victoria de Floyd por puntos-fue legítima, indiscutible.

Ambos han demostrado el valor de un side-step (¿suena muy arcaico?) o la habilidad para ubicar el uppercut bien de cerca, o de salir a los costados sin descuidar la posición para el contragolpe poniéndose en la distancia justa para dar un paso atrás o para volver con una combinación de tres o más golpes. Crawford luce menos elusivo que Floyd y eso lo muestra más generoso para el espectáculo.

Lo demás corre por cuenta de gustos, pero bienvenido Crawford, que ha vuelto a instalar el tema del clásico boxeo de inteligencia y estrategia, como los Usyk o los Lomachenko. El boxeo necesita de cultores que puedan conquistar al público con ciencia y elegancia, sin desmedro para los peleadores sanguíneos y espectaculares. De eso se trata, de diferentes melodías, pero la música sigue siendo la misma: ganar y gustar. Con información de ESPN

¡DIOS BENDIGA A HONDURAS!