Tegucigalpa, Honduras.- El Tribunal de Justicia Electoral (TJE) enfrenta una de sus peores crisis institucionales a pocas semanas de las elecciones generales. El magistrado presidente Mario Flores denunció públicamente que el órgano jurisdiccional se encuentra “totalmente paralizado” debido a la falta de participación de dos magistrados suplentes y al “capricho político” del magistrado propietario Mario Morazán, a quienes responsabilizó por el colapso de las funciones esenciales del Tribunal.
“Estamos completamente paralizados, la democracia está paralizada”, declaró Flores ante medios de comunicación. Aseguró que el TJE no puede resolver asuntos pendientes, entre ellos el caso de Jorge Cálix, por la falta de quórum legal para sesionar.
El magistrado explicó que, a pesar de haber convocado en repetidas ocasiones a los suplentes, ninguno se ha presentado, impidiendo la conformación del pleno. “Cuando llega el día de cobrar su salario, aparecen; pero cuando el país los necesita, no están”, reprochó.
Según Flores, esta situación replica patrones de crisis ya vividos en otras instituciones electorales, como el Consejo Nacional Electoral (CNE), donde también se habrían reflejado bloqueos impulsados por intereses partidarios.
El presidente del TJE advirtió que la parálisis institucional amenaza la organización del proceso electoral, afectando directamente la revisión de papeletas en los departamentos de Valle y Olancho, lo que podría poner en riesgo el cumplimiento de los plazos oficiales.
“¿Qué respuesta le damos a los votantes de estos departamentos si no podemos avanzar? El pueblo hondureño merece transparencia y compromiso, no rebeldía ni irresponsabilidad”, enfatizó.
Flores anunció que presentará denuncias formales contra los funcionarios ausentes y contra Morazán, a quien acusó de incoherencia al haber participado en reuniones virtuales en el pasado —método que ahora rechaza por supuesta ilegalidad—. “Existen actas certificadas que prueban su participación vía Zoom en sesiones jurisdiccionales y administrativas”, sostuvo.
Finalmente, el magistrado reafirmó su compromiso con la democracia hondureña: “No tengo jefaturas políticas, tengo un compromiso con el pueblo”.
Con apenas 41 días para las elecciones generales, la crisis en el TJE eleva la preocupación nacional sobre la transparencia y estabilidad del proceso electoral. Redacción Laura Valladares.