Tegucigalpa, Honduras | HonduPrensa.Com – La capital experimenta un acelerado proceso de refuerzo comercial, impulsado por el temor a disturbios tras la jornada electoral del 30 de noviembre. Dueños de pulperías, tiendas, bodegas y negocios medianos han optado por colocar barrotes, proteger vitrinas con tablas robustas y establecer rutas de cierre rápido ante cualquier señal de alteración del orden.
La experiencia acumulada tras episodios de protesta en años anteriores ha dejado una huella visible en el sector, que hoy actúa guiado por la premisa de proteger antes que lamentar. Los comerciantes aseguran que su decisión responde a un escenario cargado de incertidumbre, donde la expectativa nacional podría desbordarse en el instante en que surjan los primeros resultados.
El recorrido por el centro de Tegucigalpa revela una capital en modo de prevención extrema: estructuras improvisadas, candados adicionales, refuerzos metálicos y materiales listos para cerrar accesos a toda prisa. Este fortalecimiento ocurre pese a que las autoridades no han anunciado, hasta ahora, operativos extraordinarios más allá del plan electoral vigente.
Para muchos vendedores, el temor no radica únicamente en posibles actos de vandalismo, sino en el impacto económico que un estallido social podría dejar sobre sus negocios. En un país donde el comercio sostiene a miles de familias, la decisión de blindar locales se convierte en un gesto de supervivencia económica ante un ambiente electoral impredecible. Redacción Laura Valladares.
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