Cuentan diferentes peleadores, entre ellos Ryan García, que Jake Paul se puso nervioso de perder el contrato con Netflix para el combate de este 19 de diciembre cuando Gervonta Davis se metió en problemas con la justicia. Hubo pánico, no sabía a quién elegir como reemplazo y empezó a llamar a muchos boxeadores a la desesperada.
Terence Crawford confesó haberle dicho sí, pero para en algún momento de 2026; Francis Ngannou admitió haber rechazado la oferta; el mismo Ryan eligió a Mario Barrios por encima del youtuber y luego hubo contactos con Andrew Ward y Nate Díaz, sin embargo, fue Anthony Joshua el pez gordo seleccionado, coincidiendo con una pelea de preparación estipulada.
Jake Paul se ha caracterizado por ser un tipo agresivo para los negocios, lleno de astucia y bien aconsejado. Así fue cómo elaboró una carrera en el profesionalismo, pero su ‘jaque mate’ con Joshua podría ser su perdición, ese error que le puede costar su carrera. Salvó el negocio y hasta lo hizo más atractivo, pasando de cazador con más de 60 libras encima de Davis a ser la presa. Joshua tendrá un límite de 245 libras, mientras Paul viene de marcar 191 libras frente a Julio César Chávez Jr. El británico no solo es más alto, más fuerte y con más experiencia, sino también tendrá el beneficio del peso.
Creo que Paul confundió la valentía con locura. Todo apunta a que rebotará contra un paredón. Quedará desnudo ante el poder de Joshua, resignado y buscando consuelo. Si el británico cumple su palabra y no tiene compasión, estaríamos presenciando el final del boxeo de ‘silicona’ del youtuber. Con información de ESPN
