Tegucigalpa, Honduras.- El expresidente nacionalista Porfirio Lobo Sosa (2010-2014), anunció ayer su regreso a la actividad política dentro de su partido.

Sorpresivamente, Lobo Sosa llegó a la sede del Partido Nacional en el paseo El Obelisco, en Comayagüela, cuando muchos correligionarios dudan de su militancia, después que en los pasados comicios hizo campaña en contra del exgobernante, Juan Orlando Hernández, y no apoyó al candidato de entonces, el exacalde capitalino, Nasry Asfura, conocido también como “Papi la orden”.

Sin embargo, en las últimas semanas se le ha visto en reuniones con la dirigencia actual del Comité Central del Partido Nacional y se ha pronunciado en contra del gobierno de la Presidenta, Xiomara Castro, y de su esposo y paisano, el también exgobernante, Manuel Zelaya.

También enfrenta un requerimiento del fiscal, Luis Javier Santos, por supuestos actos de corrupción; su hijo Fabio Lobo, guarda prisión por narcotráfico en los Estados Unidos; unos sicarios mataron a uno de sus hijos menores el añado pasado y su esposa, la exprimera dama, Rosa Elena Bonilla, acaba de cumplir una condena por corrupción.

En ese contexto llegó a la casa del Partido Nacional, donde conversó por más de una hora con los periodistas, que lo bombardearon con preguntas sobre estos temas y las que respondió con su reconocida jocosidad, amplia sonrisa y vestido con una camisa arremangada, color azul, por fuera del pantalón jean del mismo color.

“Como un nacionalista que quiere a su partido y un ciudadano que ama a Honduras, salgo de mi descanso para unirme activamente a los esfuerzos de mi partido y así permitir que el país retome la ruta de la democracia”, comenzó.

“Vamos a luchar sin temor alguno para que el Partido Nacional vuelva a gobernar en conjunto con otros sectores que comparten un profundo amor por nuestra patria”.

Lobo Sosa aseguró categóricamente que apoyará al candidato de su partido para las generales del 2025 siempre y cuando salga de las primarias y no sea impuesto.

¡DIOS BENDIGA A HONDURAS!