Miles de personas se manifiestan este domingo contra el antisemitismo en Francia, donde los actos hostiles hacia los judíos se dispararon en el último mes por el conflicto entre Israel y Hamas.

“Una Francia donde nuestros conciudadanos judíos tienen miedo no es Francia”, dijo el presidente francés, Emmanuel Macron, en una carta publicada en el diario Le Parisien, antes de la marcha convocada por los líderes del Parlamento.

Cánticos antisemitas en el metro de París, insultos en la calle y en redes sociales, escupitajos contra judíos, pintadas,… Francia, que acoge la mayor comunidad judía de Europa, registró más de 1.000 actos antisemitas desde el ataque de Hamas del 7 de octubre.

En paralelo a la manifestación de París, están previstas hoy más de 70 manifestaciones contra el antisemitismo en toda Francia, el país que tiene la mayor comunidad judía de Europa, con unas 500.000 personas, pero también la de musulmanes, con varios millones.

Y a cada recrudecimiento del conflicto en Medio Oriente, Francia se convierte en una caja de resonancia de la tensión.

Para “enviar un mensaje claro de que Francia no acepta el antisemitismo”, la presidenta de la Asamblea Nacional (cámara baja), Yaël Braun-Pivet, y su par del Senado (cámara alta), Gérard Larcher, convocaron la “gran marcha” de este domingo.

“Los judíos necesitan oír un grito de solidaridad y fraternidad sobre la cuestión del antisemistimo”, pidió el sábado el presidente del Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia (Crif), Yonathan Arfi, en la cadena BFMTV.

La comunidad judía en Europa sigue marcada por el Holocausto perpetrado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. El canciller alemán, Olaf Scholz, prometió el jueves proteger a los judíos y no tolerar “nunca más” el antisemitismo.

Controvertido acto de la izquierda

La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon, que no ha querido participar en el desfile convocado esta tarde, organizó un acto en un lugar cargado de memoria por la persecución de los judíos, pero fue perturbado por manifestantes, en su mayoría judíos.

Los varios cientos de personas que acudieron a la cita de LFI en un espacio donde estaba el Velódromo de Invierno -lugar de detención en julio de 1942 de miles de judíos por la policía francesa antes de ser muchos de ellos deportados a campos de la muerte- se encontraron con abucheos y choques que obligaron a la policía a intervenir.

Antoine Léaumont, diputado del partido de la izquierda radical, justificó en ese acto su ausencia en el desfile de los dos presidentes de las cámaras parlamentarias porque “luchar contra el antisemitismo y contra la extrema derecha es lo mismo”.

Polémica presencia de la ultraderecha

Sin embargo, la marcha organizada por Braun-Pivet y Larcher se anuncia polémica por la presencia del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN), heredero del Frente Nacional (FN) de Jean-Marie Le Pen, famoso por sus comentarios antisemitas.

La actual líder de RN, su hija Marine Le Pen, defendió su presencia en la marcha, al asegurar que “se separó” del pasado de su padre y reiterar que el “apoyo” a los franceses “de confesión judía” no debe dar lugar a “ambigüedades”.

Para la especialista en ultraderecha y antisemitismo Nonna Mayer, Marine Le Pen, que lanzó en 2011 una estrategia para aparecer como menos extremista, rompió con el “antisemitismo” de su padre, pero no así los seguidores de su formación.

“Este partido tiene una vieja tradición de antisemitismo, incluso si su enemigo principal es el inmigrante, el extranjero, el musulmán”, aseguró al diario Le Monde Mayer, para quien Le Pen “instrumentaliza” esta lucha con fines políticos.

Aunque la manifestación, busca mostrar “unidad”, el rechazo del oficialismo, así como de ecologistas, comunistas y socialistas, a desfilar junto a la extrema derecha la partió en varios tramos. Los presidentes del Parlamento bicameral, la primera ministra centrista Élisabeth Borne y ex presidentes de Francia abrirán la marcha, que contará con un tramo compuesto por la oposición de izquierda y con otro del partido de Le Pen.

Preguntado el sábado por si asistiría a la marcha, Macron dijo que no y subrayó su papel consistente “en construir la unidad del país”, pero aseguró que estaría de “corazón”.

El partido de izquierda radical La Francia Insumisa (LFI), en el blanco de las críticas por su rechazo a calificar a Hamas de “terrorista” pese a condenar su ataque, tampoco participará en la marcha por la presencia de RN.

Después de haber estado en la práctica prohibidas en los primeros días de la guerra por el riesgo alegado por el Gobierno de alteraciones al orden público, se han organizado en Francia manifestaciones propalestinas en las últimas semanas como la que ayer en París reunió a 16.200 personas, según la policía.

También ayer se produjo un ataque contra un acto propalestino en Lyon, con la irrupción de una cincuentena de miembros de un grupúsculo de extrema derecha que, encapuchados y armados de barras de hierro, provocaron heridas a tres personas que tuvieron que ser evacuadas a un hospital.

Con información de AFP

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