San Pedro Sula, Honduras.-  Preocupación crece en el Hospital Mario Catarino Rivas tras confirmarse que cuatro menores se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) debido a complicaciones por COVID-19, según informó el director del centro asistencial, doctor Gabriel Paredes.

De los seis casos hospitalizados por la enfermedad, cuatro son niños que también presentan enfermedades preexistentes, lo que ha agravado su estado de salud. Los otros dos pacientes son adultos y se encuentran estables, según el reporte médico.

El galeno alertó sobre un repunte significativo en los contagios durante julio. De 1,701 pruebas realizadas, 95 han resultado positivas, lo que representa un índice de positividad del 6%, cifra considerada alta para una enfermedad que debería estar bajo control. “El COVID-19 vino para quedarse y debemos mantener las medidas de bioseguridad, especialmente en esta temporada de lluvias donde se incrementan los cuadros respiratorios”, enfatizó el doctor Paredes.

También indicó que el hospital cuenta actualmente con los medicamentos necesarios para combatir el virus, aunque advirtió sobre el riesgo de casos asintomáticos, que podrían estar propagando el virus de forma silenciosa.

Las autoridades sanitarias hacen un llamado urgente a la población para reforzar las medidas de prevención, como el uso de mascarilla en espacios cerrados, el lavado frecuente de manos y completar los esquemas de vacunación.

La situación en la UCI pediátrica ha generado preocupación en la comunidad médica, ya que evidencia que los niños no están exentos del impacto del virus, sobre todo aquellos con condiciones de salud preexistentes. Redacción Ruth Corrales

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