Tegucigalpa, Honduras.- En un avance sin precedentes, el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez Velásquez, informó que el 2024 se proyecta como el año con menor incidencia de homicidios y violencia en las últimas dos décadas.
Atribuyendo este logro a un presupuesto fortalecido y la contratación de cinco mil nuevos policías, Sánchez Velásquez destacó que la implementación de estrategias de seguridad ha transformado áreas críticas de violencia en zonas de mayor estabilidad. Sin embargo, a pesar de estos éxitos, persisten fallas y desafíos que dificultan la consolidación de una seguridad sostenible en todo el país.
La entrega reciente de sesenta vehículos todoterreno, diecinueve microbuses y doce vehículos utilitarios busca fortalecer la logística de patrullaje y operatividad de la Policía, permitiendo un acceso más eficiente a regiones conflictivas. No obstante, expertos y analistas señalan que la distribución desigual de recursos y la falta de capacitación especializada de los agentes aún representan puntos débiles en las estrategias de seguridad implementadas.
Impacto positivo en zonas urbanas críticas, pero con retos en áreas rurales
Las reducciones en homicidios en el Distrito Central y San Pedro Sula han sido significativas, con caídas de 36% y 33% respectivamente, mientras que municipios como Choloma y Tocoa han experimentado descensos notables del 51% y 55% en los niveles de violencia. Este avance refleja la efectividad de planes de seguridad específicos, como el Plan de Seguridad Ciudadana y el Estado de Excepción Parcial en áreas urbanas densamente pobladas. Sin embargo, regiones rurales y de difícil acceso aún enfrentan un panorama complejo, ya que la presencia policial limitada y la falta de infraestructura dificultan el control de actividades ilícitas en esas zonas.
Además, los analistas critican la falta de integración comunitaria en las estrategias actuales , lo cual limita la participación de la sociedad civil en la prevención de la violencia. Sin programas efectivos de reinserción y apoyo a jóvenes en situación de riesgo, los logros alcanzados podrían ser de corto plazo, advierten los expertos.
Avances en departamentos, con áreas de riesgo y brechas en el sistema judicial
En el nivel departamental, Cortés y Francisco Morazán presentan descensos de 38% y 32% , mientras que Intibucá y Colón destacan con disminuciones de 53% y 40% respectivamente. Atlántida y Lempira muestran caídas significativas en los homicidios, consolidando la percepción de un año favorable en términos de seguridad. No obstante, los especialistas subrayan que estos avances no han sido equitativos en todos los departamentos, dejando espacios vulnerables donde las estructuras criminales continúan operando.
Otro obstáculo señalado en las estrategias es la falta de recursos en el sistema judicial, lo cual dificulta el procesamiento de los casos y la aplicación efectiva de la ley. La saturación de los juzgados y la falta de coordinación interinstitucional limitan la capacidad del Estado para ofrecer justicia rápida y eficaz, y esto impacta la percepción de seguridad entre la población.
Persistir los desafíos: Pandillas, corrupción y falta de confianza ciudadana
En municipios como Comayagua, La Ceiba y Catacamas , se registraron descensos en homicidios de 20%, 14% y 14% respectivamente, mientras que Yoro y El Paraíso reflejaron caídas del 15% y 28% . En Santa Bárbara y La Paz, los homicidios disminuyeron un 10% y 53% , reflejando un progreso considerable. Sin embargo, el crimen organizado y las pandillas continúan representando una amenaza en muchas de estas zonas, desafiando las capacidades operativas de la Policía Nacional, que en ocasiones carece de herramientas de inteligencia y tecnología para enfrentar estas estructuras.
A pesar de las mejoras, la corrupción interna también ha sido señalada como un problema que limita los esfuerzos de seguridad. Denuncias de infiltración criminal en algunas fuerzas policiales y la falta de un sistema disciplinario robusto socavan la efectividad de las estrategias, generando desconfianza entre los ciudadanos y obstaculizando el avance de las políticas de seguridad.
Compromiso de las autoridades y la necesidad de ajustes en el enfoque de seguridad
Las autoridades de Seguridad han reiterado su compromiso con la reducción de la violencia y la protección de la ciudadanía. No obstante, expertos en seguridad y representantes de la sociedad civil insisten en que los logros alcanzados deben complementarse con estrategias más inclusivas y preventivas , así como con un enfoque que fortalezca la confianza ciudadana en las instituciones. Las fallas actuales representan una oportunidad para ajustar y reforzar las políticas de seguridad con un enfoque más integral.
Para consolidar el avance, es fundamental mejorar la coordinación entre el sistema judicial, las fuerzas de seguridad y la comunidad , asegurando que el 2024 no solo sea recordado como el año con la menor incidencia de homicidios, sino como el inicio de una transformación profunda y sostenida en materia de seguridad en Honduras. Redacción Martha C.C.