El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) firmaron este miércoles un acuerdo para promover la resiliencia climática en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana.
El presidente saliente del BCIE, Dante Mossi, y el subdirector general y representante regional para América Latina y el Caribe de la FAO, Mario Lubetkin, firmaron el acuerdo para ejecutar el programa “Adaptación basada en Ecosistemas para aumentar la resiliencia climática en el Corredor Seco Centroamericano y las Zonas Áridas de la República Dominicana”.
El proyecto tendrá una inversión de más de 268 millones de dólares (unos 244 millones de euros, al cambio de hoy), 45 millones de ellos serán implementados por la FAO y beneficiarán a 1,1 millones de personas de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana, indicó la FAO en un comunicado difundido en Tegucigalpa.
“El impacto combinado de las intervenciones del programa facilitará la adopción de medidas de adaptación más allá de los municipios objetivo, beneficiando indirectamente a 1,4 millones de personas en toda la región” durante los siete años de ejecución del programa que arrancará en enero de 2024, abundó el comunicado.
La inversión del proyecto proviene de recursos aportados por el BCIE, el Fondo Verde del Clima (FVC) y el cofinanciamiento de los países participantes.
Fortalecer capacidad de adaptación de agricultores
El BCIE y la FAO indicaron que el objetivo de la iniciativa es fortalecer la capacidad de adaptación de las personas vulnerables, incluidos pequeños agricultores y agricultores comerciales, así como empresarios de zonas rurales y comunidades en la región del Corredor Seco de Centroamérica y en las zonas áridas de República Dominicana.
Destacaron además que el programa busca alcanzar “sistemas institucionales y normativos fortalecidos sensibles al clima, así como el fortalecimiento de la capacidad de adaptación y reducción de la exposición a los riesgos climáticos, y una mayor conciencia sobre las amenazas climáticas y los procesos de reducción de riesgos”.
Este resultado se logrará a través del trabajo articulado entre el BCIE y la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), institución encargada de coordinar entre los países del SICA los resultados del programa para “incorporar la adaptación en las políticas nacionales y estrategias regionales clave”.
La FAO será la responsable de dar asistencia técnica e implementar los sitios de demostración de la Adaptación basada en Ecosistemas (AbE), con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y en coordinación con los países centroamericanos, como cofinanciadores y coejecutores del proyecto.
La iniciativa beneficiará a alrededor de 20.530 kilómetros cuadrados del Corredor Seco Centroamericano y las zonas áridas de República Dominicana, lo cual reducirá significativamente la deforestación y restaurará el paisaje en las regiones priorizadas.
Además, apoyará de manera directa a 10.000 productores comerciales, 3.500 de ellos mujeres, y a 170.000 productores de subsistencia, y realizará 80.000 inversiones en acciones de Adaptación basada en Ecosistemas.
El programa regional se ejecutará bajo dos componentes: uno referido a la incorporación de Adaptación basada en Ecosistemas (AbE), tecnologías de uso eficiente del agua y negocios basados en recursos naturales en cuencas seleccionadas, y otro sobre el financiamiento e implementación del primero.
El BCIE y la FAO enfatizan que sin intervenciones integrales de adaptación, las pérdidas agrícolas seguirán “aumentando, junto con la pérdida de ecosistemas, la escasez de agua, la pobreza y la inseguridad alimentaria”.
El impacto aumentará “la exposición y la sensibilidad de las comunidades” en el Corredor Seco Centroamericano y las zonas áridas de República Dominicana, ya “extremadamente vulnerables al cambio climático”.
Con información de EFE