El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, desestimó este miércoles la investigación de juicio político que los legisladores republicanos iniciaron en su contra en la Cámara de Representantes y los acusó de querer provocar un “cierre del Gobierno”.
“No sé por qué pero quieren llevarme a un juicio político. A mi parecer, quieren cerrar el gobierno”, dijo Biden en un evento de recaudación de fondos en McLean, Virginia.
“Yo tengo un trabajo por hacer (…) tengo que enfrentar los problemas que afectan a los estadounidenses”, agregó.
Biden se pronunció por primera vez sobre este asunto desde que el líder republicano de la Cámara Baja, Kevin McCarthy, ordenara abrir una investigación de juicio político en su contra.
La pesquisa busca obtener registros bancarios y otros documentos del mandatario y de su hijo Hunter Biden, sobre supuestos negocios con China.
Los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes desde las elecciones de medio mandato de 2022, han impulsado varias investigaciones sobre las actividades financieras de la familia Biden en el gigante asiático.
En julio, un informe del comité republicano de Vigilancia y Rendición de Cuentas acusó a la familia del presidente de haber recibido dinero de una empresa energética china.
El informe se basó en documentos bancarios que muestran que un socio de la familia Biden, Rob Walker, usó su compañía para transferir dinero que recibió de una empresa energética del régimen chino a cuatro miembros de la familia Biden: Hunter, su cuñada Hallie, su hermano James y un tercer “Biden” sin identificar.
Para que prospere un juicio político, se necesita el apoyo del pleno de la Cámara Baja, donde no está claro si McCarthy tiene el respaldo suficiente de su bancada. Luego, el caso pasaría al Senado, que tiene la potestad para juzgar al presidente. Sin embargo, esa cámara está dominada por los demócratas, lo que hace improbable que el proceso avance.
La investigación republicana se produce en un momento de tensión entre Estados Unidos y China por temas comerciales, militares y de derechos humanos. Biden ha mantenido una postura firme frente a Beijing y ha buscado fortalecer las alianzas con otros países para contrarrestar la influencia del régimen de Xi Jinping.
Entretanto, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, arremetió contra la investigación del Partido Republicano y aseguró que “han pasado todo el año investigando al presidente… y no han encontrado evidencia alguna, ninguna, de que haya hecho algo mal”.
“Porque el presidente no hizo nada malo. Ellos mismos han dicho que no hay pruebas. Esto es un truco político”, añadió.
Fallo contra DACA
Por otra parte, Joe Biden, expresó su “profunda decepción” por el fallo de un juez de Texas que declaró ilegal el programa migratorio DACA, que protege a cientos de miles de jóvenes indocumentados, y pidió al Congreso que apruebe una ley que les garantice un estatus permanente.
“Estamos en desacuerdo con el fallo de la corte distrital (…) y seguiremos defendiendo esta importante política de los desafíos legales”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en un comunicado.
Jean-Pierre recordó que el Gobierno de Biden tiene como prioridad proteger a los beneficiarios de DACA, conocidos como “soñadores”, desde el primer día de su mandato, y urgió al Congreso a actuar para darles una solución definitiva.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, aseguró en otro comunicado que los “soñadores” no serán deportados y que se les seguirán renovando los permisos de trabajo, a pesar del fallo judicial.
No obstante, reconoció que la decisión del juez Andrew Hanen, del distrito sur de Texas, socava la “seguridad y estabilidad” de los migrantes.
“El Congreso no ha actuado y ahora los soñadores enfrentan un futuro incierto, esperando recibir la protección permanente que merecen”, dijo Mayorkas.
El fallo de Hanen desestimó el intento del Gobierno demócrata de registrar el plan DACA en la ley federal para blindarlo ante las demandas en su contra.
Con información de EFE y AFP