El canciller hondureño Enrique Reina ha respondido con firmeza a las declaraciones de la embajadora de Estados Unidos, Laura Dogu, calificando de «insoportable» el irrespeto e injerencia de la diplomática estadounidense. Reina, en un comunicado difundido este miércoles, expresó su rechazo a las insinuaciones que, según él, descalifican a las autoridades hondureñas y representan una amenaza directa a la independencia y soberanía de Honduras.
Amenaza a la Soberanía Nacional
El canciller Reina subrayó que las palabras de la embajadora Dogu, quien sugirió vínculos entre autoridades hondureñas y el narcotráfico, son un atentado a la dignidad del país. Según Reina, este tipo de comentarios son inaceptables y constituyen una forma de intervencionismo que Honduras no puede tolerar. La referencia de Dogu a la presencia del ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor Conjunto de Honduras junto a un narcotraficante en Venezuela fue calificada por Reina como una ofensa grave.
La Importancia de la Respuesta Nacional
Para el canciller hondureño, el silencio no es una opción ante estas acusaciones sin fundamento. En su opinión, es crucial que Honduras mantenga una postura firme y defienda su soberanía ante cualquier intento de injerencia externa. Reina hizo un llamado a la unidad nacional para enfrentar estas situaciones y proteger la integridad del país.
Enfrentamiento Diplomático en Aumento
Las declaraciones de Reina reflejan una escalada en las tensiones diplomáticas entre Honduras y Estados Unidos. Esta situación pone en evidencia la necesidad de un diálogo respetuoso y basado en la mutua soberanía entre ambas naciones. La denuncia del canciller no solo busca rechazar las insinuaciones de narcotráfico, sino también reafirmar la autonomía de las decisiones internas de Honduras.
Defensa de la Dignidad Nacional
En su comunicado, el canciller Enrique Reina insistió en la necesidad de no permitir que las expresiones sin fundamento de figuras extranjeras pasen desapercibidas. Honduras, según Reina, debe defender su dignidad y rechazar cualquier forma de injerencia que pueda comprometer la soberanía y el respeto internacional que merece la nación.
Con estas declaraciones, Honduras reafirma su posición de no tolerar intromisiones externas que atenten contra su integridad y soberanía. El mensaje es claro: la dignidad nacional no es negociable. Redacción Ruth Corrales R.