El tenista español Carlos Alcaraz confesó que intentará recuperar «el número uno del mundo al final del año» en la segunda mitad de temporada, empezando por Cincinnati, séptimo ATP Masters 1000 donde parte como favorito junto al italiano Jannik Sinner.

«Estoy muy contento con todo lo que estoy haciendo hasta ahora y voy a intentar seguir así. Hay muchas cosas que quería añadir a mi juego para mejorar en los partidos, pero ahora mismo mi objetivo es el mismo: ser feliz, disfrutar dentro y fuera de la cancha en los mejores torneos del mundo», afirmó el murciano.

En declaraciones que recoge la web de la ATP, el campeón de cinco ‘grandes’, que ya se entrena en el torneo estadounidense, confesó su motivación para esta parte de la temporada. «Mi objetivo en los partidos y en todo es intentar recuperar el número uno al final del año. Ese es mi objetivo para esta segunda parte del año», dijo.

Sinner llega a Cincinnati con una ventaja de 3430 puntos sobre su gran rival en el ranking, no tanta como parece, y también en las pistas. El español, que debutará contra contra Mattia Bellucci o Damir Dzumhur, vuelve a la acción tras la derrota en la final de Wimbledon contra el italiano.

«Estoy muy contento de estar construyendo una rivalidad tan grande contra Jannik. Creo que Jannik y yo ya hemos hecho grandes cosas en poco tiempo. Simplemente dejo que la gente hable de nuestra rivalidad o de lo que hemos hecho para la historia del tenis. No pienso en lo que estamos haciendo. Creo que tenemos una larga carrera por delante para ver hasta dónde podemos llegar», comentó.

El murciano, finalista en el torneo de Ohio en 2023, confía en alargar una gran temporada, superado el golpe de la hierba inglesa. «Hay que estar preparado. No quería perder ninguna final que jugara, y más aún si era una final de Wimbledon o de Grand Slam, pero salí de la pista feliz, orgulloso. Salí de la pista sonriendo, pensando: ‘Bueno, en algún momento tengo que perder una final de ‘Grand Slam’. Todos lo hicieron’. Muy orgulloso», apuntó. Con información de Infobae

¡DIOS BENDIGA A HONDURAS!