Tegucigalpa, Honduras.- La polémica estalló tras revelarse que Carlos Zelaya, exdiputado y cuñado de la presidenta Iris Xiomara Castro Sarmiento, continúa recibiendo un salario mensual superior al del propio titular del Congreso Nacional, pese a haber renunciado y estar vinculado públicamente a un escándalo por presuntos nexos con el narcotráfico.
El analista en transparencia, Henry Salinas, no tardó en calificar el hecho como “irónico e indignante”, recordando que Zelaya dimitió entre fuertes señalamientos tras la difusión de un video donde se le vincula a estructuras del crimen organizado. “Es absurdo que alguien involucrado en un escándalo de esta magnitud siga cobrando con fondos públicos, cuando cualquier hondureño pierde el sueldo por una simple falta”, expresó.
A su vez, el exmagistrado Denis Gómez fue más allá y advirtió que este Congreso controlado por Libre ha demostrado un nivel de opacidad sin precedentes: “La corrupción no tiene ideología, es ambidiestra. El discurso de transparencia se ha vuelto una fachada, mientras se acumulan privilegios a espaldas del pueblo”.
Por su parte, el abogado Rafael Jerez lamentó que el Legislativo destine recursos a exfuncionarios inactivos, más aún cuando enfrentan acusaciones de haber negociado financiamiento electoral con el narcotráfico. “Esto desacredita por completo al ‘Congreso del Pueblo’ que tanto proclaman”, subrayó.
Este caso ha generado un nuevo pico de indignación ciudadana, ya que no existen respuestas oficiales ni justificaciones administrativas para el pago de este “salario fantasma”. Organizaciones de sociedad civil y expertos han pedido al Congreso publicar las planillas actualizadas y esclarecer quién autorizó dichos pagos.
Mientras tanto, la percepción de impunidad crece y la imagen institucional del Congreso se deteriora aún más, sumando un capítulo más a la crisis de credibilidad que atraviesan las instituciones del Estado. Redacción Bruce Villatoro CEO HonduPrensa.Com