Tegucigalpa, Honduras.- El Consejo Nacional Electoral (CNE) vive su momento más decisivo de cara a las elecciones generales de noviembre de 2025, enfrentando una semana que podría definir el rumbo del proceso democrático en Honduras. En el centro del escenario está la decisión final de la consejera Ana Paola Hall, quien ha puesto su cargo a disposición en medio de una creciente parálisis institucional.
El CNE se encuentra fracturado internamente. El consejero Marlon Ochoa (Libre) mantiene su negativa a participar en las sesiones del pleno, acompañado por sus suplentes, impidiendo alcanzar el quórum legal necesario para aprobar decisiones vitales. A esto se suma la tensión directa con la presidenta Cossette López Osorio (Partido Nacional), marcando un punto álgido de confrontación política.
Mientras tanto, Ana Paola Hall (Partido Liberal) expresa su frustración ante la imposibilidad de operar en un ambiente funcional, abriendo la posibilidad de una renuncia inminente que podría profundizar aún más la crisis electoral.
La falta de acuerdos ha congelado decisiones estratégicas: adjudicación del TREP (sistema de resultados preliminares), lectores biométricos, impresión de papeletas y logística de distribución. Según el calendario oficial, estos contratos debieron ser adjudicados antes del 30 de junio, pero aún no se ha avanzado, provocando un retraso crítico que ya afecta la operatividad del proceso.
¿Por qué esta semana es decisiva?
El CNE tiene días contados para cumplir con los plazos legales que garantizan un proceso electoral transparente. El riesgo de colapso del cronograma es real, y con él, la credibilidad del proceso democrático. Si no se adjudican los contratos pendientes ni se oficializa la convocatoria electoral, se abre la puerta a impugnaciones, incertidumbre política y desconfianza ciudadana.
Organizaciones como REDH y CESPAD han pedido una reactivación inmediata del cronograma electoral, acompañado de un diálogo nacional urgente que recupere la gobernabilidad del órgano electoral.
El exmagistrado Denis Gómez advirtió que la inactividad y falta de quórum puede tener implicaciones legales para los consejeros, además de dañar profundamente la legitimidad del proceso. Por su parte, el analista político Luis León denunció que la obstrucción de Ochoa paraliza las decisiones del pleno, afectando directamente la transparencia electoral.
En esa línea, el excanciller Eduardo Enrique Reina insistió en la necesidad de aprobar un modelo automatizado y libre de manipulación humana para evitar una crisis como la de 2017. Pidió retomar el modelo exitoso de 2021, ampliamente aceptado por la ciudadanía.
Finalmente, el presidenciable Salvador Nasralla (Partido Liberal) alertó que “no puede manejar el sistema una empresa acusada de fraude”, exigiendo que se contrate una firma confiable y transparente, rechazando tajantemente la posibilidad de adjudicarlo a Smartmatic.
En medio de este panorama, la historia vuelve a mirar al CNE, que esta semana tendrá que decidir si se convierte en garante de la democracia o en un nuevo capítulo de incertidumbre nacional. Redacción Bruce Villatoro CEO QuienOpina.Com