Tegucigalpa, Honduras.- El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) ha instado a las autoridades gubernamentales y organizaciones civiles a priorizar la prevención de la violencia sexual en la niñez, enfatizando que cerca del 80% de los casos ocurren en el entorno familiar. La Defensoría de la Niñez, liderada por Cándida Maradiaga, ha resaltado la urgencia de trabajar en estrategias que frenen este flagelo.
La prevención: clave para proteger a la niñez
La coordinadora Maradiaga destacó que la violencia sexual es un problema persistente que afecta a niñas, niños y adolescentes diariamente. Según ella, el esfuerzo debe centrarse en programas preventivos que reduzcan estos riesgos. “Las secuelas psicológicas y emocionales son profundas, por eso es vital actuar antes de que ocurran estos hechos”, expresó.
Además, indicó que muchas víctimas necesitan tratamiento psicológico o psiquiátrico para superar los traumas. “Los programas preventivos son esenciales para proteger a los menores de este tipo de flagelos”, reiteró, subrayando la importancia de proyectos educativos a nivel nacional.
Impacto alarmante en el entorno familiar
Estadísticas del Ministerio Público (MP) revelan que en 2024 se emitieron más de 115 condenas por delitos sexuales, y un 80% de estos fueron perpetrados por familiares o personas cercanas. “Es preocupante que los agresores frecuentemente pertenezcan al círculo de confianza de los niños”, añadió Maradiaga.
La Defensoría recomendó implementar en los centros educativos, desde el nivel preescolar, habilidades que permitan a los menores reconocer y comunicar situaciones de abuso. “Es crucial que los niños sepan identificar cuándo una caricia es mal intencionada y cómo denunciarla”, afirmó.
Un llamado urgente a las políticas públicas
El Conadeh instó a fortalecer las políticas públicas enfocadas en la protección infantil, integrando a instituciones educativas y sociales en la lucha contra la violencia sexual. “La confianza en el entorno familiar no debe ser motivo para descuidar la vigilancia”, alertó Maradiaga.
Finalmente, exhortó a las autoridades y organizaciones civiles a “no quitar el dedo de la llaga”, ya que las estadísticas reflejan un aumento preocupante de casos. Con medidas preventivas efectivas, se espera construir un futuro más seguro para las niñas, niños y adolescentes de Honduras.
Un esfuerzo colectivo es necesario para garantizar el bienestar y seguridad de la niñez, protegiéndolos de los riesgos dentro y fuera del hogar. Redacción Martha C.C.