Tegucigalpa, Honduras.- La suspensión de los programas financiados por USAID está comenzando a causar un impacto negativo significativo en Honduras, advirtió este miércoles Elsie Liliana Reyes, coordinadora de la Defensoría de Movilidad Humana del Conadeh. En una entrevista con HRN, Reyes expresó su preocupación por el vacío que dejarán los programas que durante años han beneficiado a sectores vulnerables, como niñez, mujeres, y migrantes retornados. Esta medida afecta directamente a quienes más lo necesitan, y según Reyes, muchas personas en situación de vulnerabilidad ya no contarán con el apoyo crucial de las iniciativas financiadas por USAID.
La suspensión de los programas también afecta a las organizaciones que han trabajado intensamente en la reintegración de migrantes retornados, la capacitación y la creación de empleo. Estas actividades fundamentales ya no podrán continuar, lo que genera un vacío preocupante en el apoyo a los migrantes y a las víctimas de desplazamiento forzado interno en Honduras. Reyes mencionó que algunas organizaciones ya han notificado que no podrán continuar brindando asistencia humanitaria, atención psicosocial ni otros servicios esenciales como el alojamiento temporal o la alimentación. Estas actividades, que eran esenciales para los desplazados, ahora están detenidas por la suspensión de los fondos.
Desempleo y sus consecuencias también fueron señalados como otro de los impactos graves de la cancelación de los programas de USAID. Reyes destacó que, además de los beneficiarios directos, muchos compatriotas que trabajaban en estos proyectos se quedarán sin empleo. Esto no solo afecta a los migrantes y las comunidades vulnerables, sino que también representa un reto económico considerable para las familias que dependían de estos programas para su sustento.
USAID ha sido clave para el desarrollo de diversas áreas en Honduras, incluyendo el sector agrícola, la educación básica, la protección ambiental y la asistencia humanitaria. Sin embargo, con la suspensión temporal de los programas por 90 días, hay incertidumbre sobre el futuro de al menos 28 proyectos financiados por la agencia en el país. Esto se suma a la preocupación por la posible cancelación definitiva de la agencia estadounidense, que en 2023 fue responsable de la asignación de 144 millones de dólares en fondos para el país.
Reyes también señaló que, aunque inicialmente los cambios en las políticas de los Estados Unidos pueden parecer cuestiones externas, tienen un impacto directo en el bienestar de la población hondureña, ya que el país aún no ha logrado garantizar completamente los derechos humanos de sus ciudadanos. La suspensión de estos programas subraya la necesidad urgente de fortalecer las políticas internas de Honduras para proteger a los más vulnerables.
Finalmente, la situación en torno a USAID se complica aún más con la incertidumbre sobre su futuro. La agencia independiente del gobierno estadounidense ha jugado un papel crucial en la cooperación internacional, pero Elon Musk, quien ha liderado esfuerzos para reducir el tamaño del gobierno, ha anunciado su intención de cerrar USAID, lo que podría tener consecuencias devastadoras para Honduras y otros países que dependen de sus fondos. La situación se mantiene en suspenso, y las autoridades hondureñas siguen observando los desarrollos con gran preocupación. Redacción Ruth Corrales.