Tegucigalpa, Honduras.- El Contrato de Exploración y Explotación de Petróleo en el Caribe hondureño, firmado en 2013 durante el gobierno de Porfirio Lobo Sosa, sigue vigente bajo la administración de la presidenta Xiomara Castro, lo que pone en grave peligro al Sistema Arrecifal Mesoamericano, considerado uno de los mayores tesoros naturales del planeta y la segunda barrera de coral más grande del mundo.

Este proyecto petrolero podría tener efectos devastadores para el ecosistema marino, comprometiendo no solo la biodiversidad del Caribe hondureño, sino también las actividades económicas que dependen directamente de sus recursos naturales. Entre los mayores riesgos se incluyen la contaminación por derrames de petróleo, el impacto de oleoductos, el transporte en buques cargueros y las actividades de refinación, que amenazan la vida marina y las economías locales.

Organizaciones ambientales nacionales e internacionales han levantado la voz de alerta. Instituciones como la Asociación Nacional para el Fomento de la Agricultura Ecológica (Anafae) y la Red Gran Caribe Libre de Fósiles piden al gobierno de Honduras que realice un estudio técnico independiente que evalúe los impactos económicos, sociales y ambientales de la exploración petrolera antes de que se tomen decisiones definitivas.

Octavio Sánchez, director de Anafae, señaló que los daños derivados de un accidente petrolero pueden ser irreversibles y afectarán de manera directa a más de 25,000 familias que dependen de la pesca artesanal y del turismo en los municipios costeros del Atlántico hondureño. Recordó el reciente desastre ocurrido en Esmeraldas, Ecuador, donde un derrame de 25,000 barriles de petróleo contaminó ríos y estuarios, afectando gravemente el medio ambiente.

«La explotación petrolera no solo genera daños irreparables, sino que también profundiza la dependencia económica y debilita las estructuras democráticas», advirtió Sánchez. En este contexto, organizaciones ambientales instan a la ciudadanía a informarse y respaldar la solicitud de un estudio técnico independiente como una medida esencial para asegurar que las decisiones se tomen de manera responsable y basadas en datos confiables.

Este llamado a la acción busca garantizar que el futuro del Caribe hondureño y sus ecosistemas, vitales para la región, no sea comprometido por decisiones que no cuenten con el respaldo de estudios rigurosos y la consulta pública necesaria. Redacción Martha C.C.

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