Choluteca, Honduras | HonduPrensa.Com – El municipio de Choluteca ha encendido todas las alarmas políticas del país tras registrar una de las transformaciones más profundas de la jornada electoral. El prolongado dominio de Quintín Soriano, figura histórica del Partido Liberal en el sur, se tambalea ante un resultado preliminar que redefine el futuro inmediato del municipio y del equilibrio territorial.
El Partido Nacional toma la delantera con 12,405 votos (50.00 %), resultado que sorprendió incluso a estructuras que esperaban un cierre mucho más ajustado. En contraste, el Partido Liberal se rezaga con 7,814 votos (31.49 %), mostrando una caída sostenida que venía manifestándose en percepciones comunitarias, reclamos sobre gestión local y desgaste generacional. Mientras tanto, Libre acumula 4,041 votos (16.28 %), confirmando que no logró capitalizar el voto de inconformidad.
De acuerdo con actores de la zona, se estima que Eber Aplicano lideraba la papeleta liberal sin lograr consolidar el relevo que buscaba dar continuidad al proyecto de Soriano. Los primeros reportes señalan que el votante cholutecano optó por un mensaje contundente: renovar liderazgos, exigir un reordenamiento administrativo y enviar una señal clara a la élite política sobre la importancia de la gestión eficiente.
La caída de una figura del peso de Soriano no pasa desapercibida. Su influencia trascendió administraciones, campañas, alianzas y dinámicas internas que parecían impenetrables. Hoy, ese modelo se enfrenta a un veredicto ciudadano que exige evolución, transparencia y mayor conexión con las necesidades reales de barrios, colonias y zonas rurales.
El clima en Choluteca es de reflexión e inquietud. Las bases partidarias analizan los factores que aceleraron este quiebre: desde el voto silencioso hasta el reclamo de una visión de futuro que incorpore modernización, inversión local y respuesta efectiva a la crisis económica. Dirigentes y analistas concuerdan en algo: el municipio vivirá un antes y un después tras esta elección.
A la espera de la oficialización del CNE, los reflectores nacionales permanecen sobre Choluteca, convertida ahora en símbolo del nuevo ciclo político que emerge desde el sur del país. Redacción Ruth Corrales.

