El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que la soja será uno de los principales asuntos en la agenda de su próxima reunión con el presidente chino Xi Jinping, prevista para finales de octubre en Corea del Sur durante la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
El mandatario realizó estas declaraciones este miércoles, en medio de crecientes presiones por parte del sector agrícola estadounidense ante el impacto económico que ha provocado la guerra comercial entre Washington y Beijing.
Los importadores chinos, que tradicionalmente adquieren grandes volúmenes de soja estadounidense durante el otoño boreal, han evitado este año la cosecha local, optando por proveedores en Sudamérica. De acuerdo con expertos del mercado, esta decisión responde en parte a la imposición de aranceles recíprocos durante la guerra comercial iniciada por Trump, situación que repercutió directamente en los precios de los futuros de la oleaginosa negociados en la Bolsa de Comercio de Chicago.
“Amo a nuestros patriotas, y cada agricultor es uno de ellos. En cuatro semanas me reuniré con el presidente Xi de China, y la soja será uno de los temas más importantes”, afirmó Trump en su publicación.
Durante el último año, la falta de compras chinas ha motivado declaraciones de preocupación por parte de representantes del sector agrícola. La American Soybean Association (ASA) instó recientemente a Trump a situar la soja en el centro de las negociaciones comerciales con Beijing, alertando sobre el efecto negativo de los aranceles chinos sobre el mercado estadounidense. El presidente de la organización, Caleb Ragland, advirtió la semana pasada que “los aranceles de represalia impuestos por China están cerrando el mayor mercado de exportación para los agricultores estadounidenses justo antes de la cosecha de 2025”.
Ragland también destacó que “Estados Unidos no ha realizado ninguna venta a China en el actual año de comercialización debido a los aranceles del 20 por ciento”, lo que ha favorecido a países competidores como Brasil y Argentina.
Los productores estadounidenses ya atravesaron un escenario similar durante el primer mandato de Trump, cuando la guerra arancelaria supuso más de 27.000 millones de dólares en pérdidas para las exportaciones agroalimentarias entre mediados de 2018 y finales de 2019. En ese período, el Gobierno implementó paquetes de asistencia para mitigar el golpe económico sobre el sector rural, una medida que Trump volvió a mencionar este miércoles como posible apoyo derivado de los ingresos generados por los aranceles.
La próxima reunión entre Trump y Xi Jinping ocurrirá en el contexto de un frágil entendimiento: aunque ambos gobiernos anunciaron meses atrás la voluntad de desescalar el conflicto comercial, la tregua apenas ha reducido las tensiones y sigue habiendo incertidumbre sobre el futuro de las exportaciones agrícolas. Además de la soja, el encuentro bilateral prevé abordar cuestiones como el comercio general, la situación del tráfico de drogas ilícitas y el impacto internacional de la guerra de Rusia en Ucrania. Con información de AFP, EFE y Reuters