Washington D.C.- El Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, anunció este miércoles una nueva política que restringe la emisión de visas a funcionarios extranjeros involucrados en el apoyo o facilitación del tránsito de migrantes ilegales hacia el territorio estadounidense. A través de su cuenta en la red social X, Rubio subrayó que los países que atraviesan las principales rutas migratorias deben ser más estrictos en sus esfuerzos para prevenir y disuadir la migración irregular.

El Departamento de Estado de EE.UU. ha implementado esta nueva restricción de visas como parte de sus esfuerzos para proteger sus intereses de seguridad nacional y garantizar un control más efectivo de los flujos migratorios. Rubio dejó claro que las acciones de los gobiernos extranjeros que faciliten el tránsito ilegal de inmigrantes tendrán consecuencias directas, limitando el acceso de sus funcionarios a visas para ingresar a EE.UU.

Rubio agregó que la política migratoria de EE.UU. se mantiene firme: «Estados Unidos no dará marcha atrás cuando se trate de defender sus intereses de seguridad nacional«, señaló el Secretario de Estado, quien también destacó el compromiso de la administración en reducir la migración ilegal a través de medidas más estrictas.

Esta iniciativa se suma a las políticas de deportación masiva implementadas por el gobierno estadounidense bajo la administración anterior, que se ha enfocado especialmente en deportar a migrantes irregulares con procesos judiciales pendientes en el país. Sin embargo, a pesar de estas políticas, las deportaciones de migrantes hondureños, por ejemplo, no han superado los números del año anterior, 2024.

Honduras, uno de los principales países de tránsito en la ruta migratoria hacia EE.UU., alberga a cerca de 1.5 millones de migrantes hondureños en territorio estadounidense. Además, los hondureños son responsables de enviar aproximadamente 10 mil millones de dólares en remesas al año, lo que representa el 27% del Producto Interno Bruto (PIB) de este país centroamericano.

Con estas nuevas restricciones, se busca aumentar la presión sobre los gobiernos de tránsito y facilitar un control más eficiente del flujo migratorio hacia EE.UU., en un contexto de creciente preocupación por la seguridad nacional.

Este enfoque se alinea con los esfuerzos de EE.UU. para frenar la migración irregular, protegiendo sus fronteras y minimizando el impacto de las rutas migratorias utilizadas por miles de migrantes que buscan llegar al norte del continente. Redacción Bruce Villatoro CEO QuienOpina.Com

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