El gobierno del presidente Joe Biden informó al Congreso de Estados Unidos que está planeando una transferencia de bombas de precisión para Israel por 320 millones de dólares, según indicó a Reuters una fuente familiarizada con el plan.

El diario The Wall Street Journal informó por primera vez que la administración Biden envió una notificación formal el 31 de octubre a los líderes del Congreso sobre la transferencia prevista de las Spice Family Gliding Bomb Assemblies, un tipo de arma guiada de precisión disparada por aviones de guerra.

Citando la correspondencia que vio, el periódico detalló que el fabricante de armas Rafael USA transferiría las bombas a su empresa matriz israelí Rafael Advanced Defense Systems para su uso por el Ministerio de Defensa de Israel.

A primera hora del lunes, la Organización de Naciones Unidas (ONU) declaró que la Franja de Gaza se está convirtiendo en un “cementerio de niños”, ampliando las peticiones de alto el fuego, mientras las autoridades sanitarias palestinas declaraban que el número de muertos por los ataques israelíes había superado los 10.000.

Este lunes el portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby, afirmó que Estados Unidos seguirá apoyando a Israel en su lucha contra los terroristas de Hamas.

“Desde el principio hemos dejado claro que vamos a seguir apoyando a Israel contra la brutal organización terrorista”, respondió Kirby en una llamada telefónica a la pregunta de un periodista sobre si el número de muertos está teniendo un impacto en la forma de pensar de Washington sobre su apoyo a Israel.

Kirby insistió en que se debe recordar lo sucedió el 7 de Octubre, cuando Hamas “comenzó a masacrar a personas inocentes mientras estaban en sus hogares y en un festival de música”.

“Esa es la brutalidad a la que se enfrenta (Israel) y creo que es importante para nosotros recordar constantemente contra quién están peleando y por qué están peleando”, añadió.

Por tanto, dijo, Estados Unidos seguirá asegurándose “de que Israel tenga las herramientas y las capacidades que necesita” para defenderse, una postura que el presidente Biden reiteró este lunes en una llamada telefónica al primer ministri israelí, Benjamin Netanyahu.

Al mismo tiempo, aseguró Kirby, el Gobierno estadounidense seguirá insistiendo en sus conversaciones con Israel sobre “la necesidad de hacerlo de una manera que minimice los riesgos para la vida civil y que minimice los daños colaterales en la mayor medida posible”.

Pero Estados Unidos, afirmó, no es quien decide “cómo llevan a cabo sus operaciones sobre el terreno”.

“Estamos compartiendo con ellos nuestras perspectivas sobre la guerra, les estamos dando las herramientas y capacidades que creemos que necesitan para perseguir a los terroristas, pero no nos sentamos junto a ellos mientras desarrollan las listas de objetivos y deciden cómo van a lograr cada objetivo”, afirmó.

Kirby explicó que el Gobierno de Biden sigue trabajando para que se lleve a cabo una pausa humanitaria “en zonas concretas” para “introducir material y sacar a la gente, incluidos los rehenes” en manos de Hamás, más de dos centenares.

“Creemos que estamos en el comienzo de estas conversaciones, no en el final”, aseguró el portavoz, que reiteró la negativa de Estados Unidos a que haya un alto al fuego.

Este, opinó Kirby, solo beneficiaría al grupo terrorista Hamas, que gobierna de facto la Franja de Gaza, y le permitiría reagruparse para perpetrar otro ataque como el del 7 de octubre, que resultó en la muerte de 1.400 personas (la mayoría civiles) y en la toma de 240 rehenes que fueron llevados al enclave palestino.

Según los últimos datos del Ministerio de Salud, controlado por Hamás, el número de palestinos muertos en Gaza desde el 7 de octubre ha superado los 10.000, con más de 25.000 heridos.

Con información de Reuters y EFE

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