En una entrevista exclusiva con Enrique Yllescas, exvicepresidente del Congreso Nacional y exmiembro de la Comisión de Energía, se exponen la grave crisis energética de Honduras, marcada por contratos leoninos y una gestión que ha acumulado deudas, pérdidas y desconfianza en el sector energético. Según Yllescas, el problema radica en décadas de malas decisiones políticas y la ausencia de una estrategia integral para garantizar tarifas justas y sostenibles.
Pérdidas diarias y deuda acumulada
La situación actual de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) es alarmante. Según datos recientes, las pérdidas diarias de la empresa ascienden a 15 millones de lempiras, un monto que impacta directamente en las finanzas nacionales y posiciona a Honduras como el país con la energía más cara de Centroamérica. Además, la deuda acumulada con proveedores energéticos supera los 115 mil millones de lempiras, una cifra que no solo pone en riesgo la sostenibilidad del sistema, sino que también limita la inversión en infraestructura y desarrollo energético.
«Estamos en un callejón sin salida donde el pueblo hondureño paga la factura de decisiones erróneas. Cada pérdida técnica y no técnica de la ENEE representa un golpe directo al bolsillo de los ciudadanos y la competitividad de nuestras empresas», afirmó Yllescas.
El oscuro historial de Siemens y EEH
Yllescas recordó los antecedentes que llevaron al colapso actual, señalando que durante la gestión de Siemens, se condonaron 7 millones de dólares a más de 10,000 usuarios sin que quedara claro si estos eran personas naturales o jurídicas. «Esa condonación fue un impacto económico que terminó pagando el pueblo soberano a través del Estado», señaló.
Posteriormente, la EEH asumió el control, pero lejos de solucionar los problemas, las pérdidas continuaron. La venta de acciones a una empresa conocida como Enterprise Honduras, que supuestamente adquirió la participación de Siemens, y la involucración del sindicato de la ENEE con un 5% de las acciones, generaron dividendos millonarios que hasta hoy no han sido transparentes.
«Invité en múltiples ocasiones al presidente del sindicato de la ENEE a que explique cómo se distribuyeron los dividendos recibidos, pero hasta ahora no ha dado ninguna respuesta, y dudo que lo haga», enfatizó Yllescas.
Costos energéticos y migración empresarial
El precio de la energía en Honduras no solo afecta a los hogares, sino que también ahuyenta la inversión extranjera y empuja a empresas nacionales a buscar mercados más competitivos. Según informes del sector privado, el costo de la energía en el país es aproximadamente un 25% más alto que en el resto de Centroamérica, lo que posiciona a Honduras como un destino poco atractivo para nuevos inversores.
«La falta de tarifas justas y sostenibles ha provocado que muchas empresas consideren la migración hacia países vecinos . Si seguimos con estas tarifas, no solo perderemos inversión extranjera, sino que también continuaremos viendo a nuestras empresas más grandes y pequeñas buscar alternativas fuera del país, «Advirtió Yllescas.
La necesidad de renegociar contratos
Ante este panorama, Yllescas propone una revisión exhaustiva de los contratos con los proveedores de energía. «No se trata de irrespetar los acuerdos existentes, pero sí de garantizar que las tarifas sean justas para el país, los ciudadanos y la empresa privada, que es el motor de generación de empleo», explicó.
Además, destacó que el descontrol financiero de la ENEE afecta no solo al sector privado, sino también al público. «Hoy día, el gobierno no ha liquidado más de 320 millones de lempiras al Poder Ejecutivo, lo cual compromete los pagos a empleados públicos, el funcionamiento del Poder Judicial y el Poder Legislativo. La energía es el alma de la economía, y su crisis. afecta a todos los sectores», agregó.
Impacto económico generalizado
Según datos del Banco Central de Honduras (BCH), la crisis energética ha contribuido al aumento del costo de vida en un 3.5% durante el último año , con un impacto directo en los precios de bienes y servicios esenciales. Asimismo, el sector industrial, que representa el 30% del consumo energético nacional, ha reportado pérdidas acumuladas de más de 500 millones de lempiras debido a los altos costos y los cortes frecuentes.
«El costo energético en Honduras no solo encarece los productos nacionales, sino que reduce nuestra competitividad internacional, dejando al país en una posición vulnerable frente a mercados como el de Guatemala, El Salvador y Costa Rica», señaló Yllescas.
Un llamado a la acción y transparencia
Yllescas concluyó haciendo un llamado a las autoridades para que prioricen la transparencia y rendición de cuentas en el sector energético. «Debemos respetar a los proveedores, pero también exigir que cumplan con los estándares que benefician al país. Es hora de renegociar estos contratos, velar por la sostenibilidad del sistema y garantizar un acceso justo y equitativo a la energía», subrayó.
El futuro energético de Honduras está en juego, y solo a través de una gestión responsable y comprometida será posible rescatar a la ENEE, fortalecer la economía y garantizar un desarrollo sostenible para todos. Redacción Bruce Villatoro CEO HonduPrensa.Com