Puerto Cortés, Honduras.- Enrique Yllescas, presidente de la Asociación Nacional de Seguridad de Empresas Privadas (ANSEPH) y miembro de la Mesa Técnica de la Secretaría de Seguridad de Honduras, ha lanzado una enérgica denuncia sobre el preocupante crecimiento de los grupos armados ilegales en el país.

Según Yllescas, mientras las empresas de seguridad privada legalmente constituidas son sometidas a rigurosos controles y sanciones, los grupos ilegales operan con total impunidad, aumentando la evasión fiscal y fomentando delitos graves en todo el territorio hondureño.

Falta de control sobre los grupos armados ilegales

Yllescas expuso que la Unidad de Control de Empresas de Seguridad Privada ha dirigido su enfoque casi exclusivamente hacia las empresas que cumplen con las normativas establecidas por la Secretaría de Seguridad, mientras los grupos armados ilegales siguen proliferando sin ninguna supervisión. “Existen más de 1,050 empresas ilegales en Honduras que operan sin regulación, muchas de las cuales están vinculadas con el crimen organizado y participan activamente en actividades delictivas,” destacó.

El crecimiento de estas organizaciones ilegales no solo representa una amenaza para la seguridad ciudadana, sino que además socava el estado de derecho en el país. “Es preocupante ver cómo estos grupos continúan expandiéndose, participando en macro delitos como el tráfico de armas y el narcotráfico, mientras las autoridades concentran sus esfuerzos en perseguir a las empresas legales,” afirmó Yllescas.

Evasión fiscal y crimen organizado en aumento

Una de las principales consecuencias del crecimiento descontrolado de los grupos armados ilegales es la evasión fiscal. Yllescas señaló que estas organizaciones no solo evaden el pago de impuestos, sino que también funcionan como plataformas para la expansión del crimen organizado en diferentes partes del país. “Estas empresas ilegales no aportan nada positivo a la economía nacional, y sus operaciones están directamente vinculadas con la inseguridad y la violencia que vive Honduras,” advirtió.

Además, enfatizó que los grupos armados ilegales están detrás de muchos delitos comunes, como robos, secuestros y extorsiones, y participan en actividades más complejas como el lavado de dinero y el tráfico de drogas. Estos grupos, afirmó Yllescas, han logrado establecerse en diversas regiones del país, operando en la sombra sin que las autoridades les pongan freno.

Persecución a empresas de seguridad privada legalmente constituidas

A pesar de la creciente amenaza de los grupos armados ilegales, las empresas de seguridad privada legalmente constituidas son las que enfrentan los mayores desafíos. Según Yllescas, la Unidad de Control de Empresas de Seguridad ha intensificado las sanciones y controles sobre las empresas que cumplen con la ley, mientras que las organizaciones ilegales siguen operando sin ninguna restricción. “Nos están casando, nos persiguen de manera injustificada, mientras que los verdaderos delincuentes siguen libres y expandiendo su influencia,” criticó el líder de ANSEPH.

Yllescas destacó que, a pesar de cumplir con todas las normativas y regulaciones impuestas por el Estado, muchas empresas de seguridad privada están siendo afectadas por multas exorbitantes y decomisos injustificados de armas, lo que dificulta su capacidad para operar de manera efectiva. “Nos roban armas que nunca son recuperadas, y las sanciones que enfrentamos son desproporcionadas en comparación con la falta de acción contra las empresas ilegales,” subrayó.

Llamado a la Secretaría de Seguridad y al sector privado

Frente a esta situación, Yllescas hizo un llamado a la Secretaría de Seguridad para que priorice el control y la erradicación de los grupos armados ilegales, así como una mayor regulación de las empresas que operan fuera de la ley. Además, instó a las autoridades a no concentrar sus esfuerzos únicamente en las empresas que están formalmente registradas y cumplen con todas las disposiciones legales, sino también a tomar acciones contundentes contra las organizaciones ilegales que están afectando gravemente la seguridad del país.

Asimismo, Yllescas pidió al sector empresarial que valore la importancia de contratar servicios de empresas de seguridad privada legalmente constituidas, que no solo ofrecen servicios de calidad, sino que también contribuyen a la formalización del sector y al respeto de los derechos laborales de los oficiales de seguridad. “Es vital que el empresariado hondureño comprenda el riesgo que supone contratar servicios de seguridad de empresas ilegales que están involucradas en actividades criminales,” concluyó.

Conclusión: la necesidad de actuar frente a la amenaza creciente

El pronunciamiento del exvicepresidente del Congreso Nacional Enrique Yllescas deja claro que el crecimiento de los grupos armados ilegales en Honduras es una amenaza seria y creciente que no solo afecta la seguridad nacional, sino que también fomenta la evasión fiscal y el crimen organizado. Mientras las autoridades continúen persiguiendo a las empresas de seguridad legalmente constituidas, los verdaderos criminales seguirán operando con impunidad, afectando gravemente la estabilidad del país. Redacción Bruce Villatoro CEO HonduPrensa.Com

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