Tegucigalpa, Honduras.- El fiscal general de Honduras, Joel Zelaya, evitó este jueves dar una respuesta clara a las declaraciones de la exfiscal estadounidense Pam Bondi, quien ha señalado en reiteradas ocasiones que narcotraficantes pagan a funcionarios hondureños para utilizar el espacio aéreo nacional como corredor en el traslado de droga hacia Estados Unidos.

Bondi detalló que la ruta del narcotráfico parte desde Venezuela y atraviesa Honduras, Guatemala y México, países donde presuntamente se realizan sobornos para facilitar el paso de cargamentos ilícitos.

Durante un evento oficial, Zelaya esquivó las preguntas de la prensa y se limitó a afirmar: “No me voy a referir a lo que manifiesta la fiscal de Estados Unidos, le respeto lo que ha dicho como fiscal general, su autonomía como fiscal tiene que ser respetada”. No obstante, agregó que Honduras trabaja de forma coordinada con las agencias norteamericanas y que son los “testigos de honor” de la lucha nacional contra el narcotráfico.

El fiscal aseguró que “sí se lucha contra el narcotráfico” y afirmó que el Ministerio Público investiga a todos los hondureños mencionados en los juicios desarrollados en Estados Unidos, aunque reconoció que los procesos “no son fáciles”.

Asimismo, adelantó que en los próximos días se presentarán nuevos requerimientos fiscales, entre ellos el caso del avión presidencial, las transferencias millonarias de una empresa concesionaria de energía a una ONG para financiar campañas políticas y el asesinato del ambientalista Juan López. También mencionó avances en el polémico caso del “Video Cheque”, reiterando que las investigaciones abarcan tanto la administración actual como la anterior.

La falta de una respuesta concreta de Zelaya sobre las acusaciones de Bondi mantiene el tema en la agenda pública y eleva la presión nacional e internacional sobre el sistema de justicia hondureño, cuestionado por su capacidad de enfrentar las redes de corrupción y narcotráfico. Redacción Martha C.C.

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