Tegucigalpa, Honduras.- El Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh) advirtió que las políticas migratorias de Estados Unidos, que incluyen deportaciones masivas, tendrán un impacto negativo en la economía de Honduras. Según Mario Palma, analista de Fosdeh, al menos cuatro de cada diez hondureños que dependen de remesas podrían verse gravemente afectados, poniendo en riesgo la estabilidad económica de miles de hogares en el país.
Durante una reciente entrevista, Palma destacó que las medidas implementadas por el expresidente Donald Trump no solo traerán consecuencias económicas, sino también un impacto humanitario significativo. “Hacemos un llamado a la Secretaría de Relaciones Exteriores para que busque mecanismos de orientación para los hondureños en EE. UU. Los consulados deben convertirse en puntos clave de información y apoyo”, señaló el analista. Este llamado busca minimizar las consecuencias sociales y económicas para los migrantes hondureños afectados por las políticas migratorias de Estados Unidos.
Palma también resaltó la importancia de las remesas como principal motor de captación de divisas en Honduras, que generan más de 9,000 millones de dólares anuales. Según el analista, aproximadamente el 25% de los hogares hondureños depende de las remesas. “Las remesas son cruciales para la economía de Honduras, tanto a nivel macroeconómico como para las familias que sobreviven de estos ingresos”, aseguró Palma.
En este sentido, también enfatizó la necesidad urgente de prepararse para recibir a los migrantes retornados. “Es esencial que en los puntos de frontera se les reciba con dignidad, garantizando recursos suficientes para que lleguen a sus comunidades de origen y puedan reincorporarse de manera efectiva”, comentó Palma. La reincorporación social y económica de los migrantes es un aspecto clave que debe ser atendido para mitigar el impacto de las deportaciones masivas.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) respalda estas cifras, confirmando que cuatro de cada diez hogares en Honduras dependen de las remesas, las cuales representan entre el 45% y el 50% de los ingresos de estas familias. Este nivel de dependencia ha llevado a Fosdeh a calificar a Honduras como una economía remesa dependiente, lo que subraya la vulnerabilidad del país ante cambios en las políticas migratorias de Estados Unidos.
Finalmente, Palma hizo un llamado a la sociedad civil, empresarios y gobierno para que trabajen juntos en la creación de estrategias que mitiguen el impacto de las deportaciones masivas. “Es momento de devolver el apoyo que estos hondureños han dado al país. Debemos prepararnos para ofrecerles oportunidades y reincorporarlos a la dinámica social y económica con dignidad y solidaridad”, concluyó. Redacción Laura Valladares.